La prueba de que Saramago vive
En solo 30 páginas, José Saramago dejó escrito el nódulo y la esencia de lo que hubiera sido su siguiente novela.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se presentó “Alabardas”, la obra inconclusa de Saramago, la cual fue escrita mientras el autor pasaba sus últimos días enfermo de leucemia.
El libro fue presentado por su viuda, la española Pilar del Río, en compañía de la periodista mexicana Lydia Cacho y de la escritora argentina Claudia Piñeiro.
Olga VillegasEn solo 30 páginas, José Saramago dejó escrito el nódulo y la esencia de lo que hubiera sido su siguiente novela.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se presentó “Alabardas”, la obra inconclusa de Saramago, la cual fue escrita mientras el autor pasaba sus últimos días enfermo de leucemia.
El libro fue presentado por su viuda, la española Pilar del Río, en compañía de la periodista mexicana Lydia Cacho y de la escritora argentina Claudia Piñeiro.
La trama central de “Alabardas” parece haber sido escrita apenas hace unos días por su vigencia temática, ya que el relato aborda la violencia del sistema y los intereses internacionales en cuestiones de guerra.
Artur Paz Semedo es el protagonista de esta historia, y tiene un conflicto moral al ser parte de los empleados de una fábrica de armas, pues cuestiona el poder de las guerras para el control del mundo y cómo son el fracaso de la ética humana.
En su turno al exponer el libro, Lydia Cacho aseguró que este era un momento idóneo para volver a traer al escritor a los mexicanos para reflexionar sobre los actos recientes de violencia encabezados por Ayotzinapa.
Saramago nunca dejó de manifestarse en contra de los crímenes hacia la humanidad, en contra de la impunidad y la bajeza sobre los desaparecidos de guerras.
“El olvido y la impunidad no es solamente fuente de dolor para las víctimas, es una herida abierta que lesiona la democracia” escribe Saramago en un artículo para El País, que habla de las desapariciones forzosas en España durante la dictadura franquista.
Al igual que Cacho, Claudia Piñeiro, también mencionó el impacto que el caso de los 43 desaparecidos ha tenido en Argentina. Y habló del compromiso que los argentinos tienen de hablar sobre el tema ahora que son invitados de honor en la vigésima octava edición FIL.
“A nosotros nos ha conmocionado mucho el caso, nosotros somos un país que conocemos lo que son la desaparición de las personas. Todo eso nos hermana y la literatura nos hermana, por eso el libro es realmente oportuno”, dijo.
La viuda del Río contó cómo decidió llevar a la edición y la imprenta los últimos apuntes del escritor portugués, durante mucho tiempo, en su duelo, no quiso tocar el borrado que se encontraban cerca del ordenador, en su proceso emocional de no aceptar la muerte, cabía la posibilidad de que el maestro volviera para terminar la obra.
“Pero el día que tuve que coger los papeles para dárselos a los editores, sabiendo que este era el último libro, probablemente acepté que la muerte existe”, señaló.
Esta obra también incluye textos del escritor y periodista italiano Roberto Saviano, quien se ha especializado en los mecanismos del crimen organizado y del español Fernando Gómez Aguilera, quien ha dedicado gran parte de su trabajo a la obra de Saramago.