Hay tres esferas que deben estar en armonía durante el tratamiento de una enfermedad. La primera es el paciente, la segunda es el médico y la tercera es el sistema de salud, es decir, el contexto en el que interactúan los dos anteriores.
Resulta difícil modificar al sistema público o privado, pero la relación médico-paciente debe cambiarse para atender mejor un padecimiento crónico.
La gira de actualización médica que realizó la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología (SMNE) en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, permitió al doctor Enrique Caballero, director de la Facultad de Programas de Innovación Internacional en la Oficina de Educación Externa en Harvard Medical School (HMS), darse cuenta de una falla pese a los avances científicos y tecnológicos.
Caballero considera que actualmente se desarrolla una de las mejores épocas de la medicina en el área de diabetes, materia en la que es experto. Sin embargo, expresa que un binomio clave para enfrentar los retos de salud del siglo XXI es la forma en la que interactúan los médicos con sus pacientes.
Ángelo Quiroz, médico cirujano egresado de la Universidad Westhill, también enfatiza en la necesidad de promover este vínculo para aprovechar las innovaciones. “Nosotros, en el marco de esta gira de educación médica, en las tres ciudades principales de nuestro país, lo que queremos es promover la relación médico-paciente, la importancia de las tres esferas y, sobre todo, escuchar al paciente, saber qué necesita”, comenta.
Empoderamiento clave
El tiempo puede ser un límite, pero debe aprovecharse, sostienen ambos especialistas. Para lograrlo, se requiere una actitud activa de quien acude a consulta.
Lo primero que debe saber una persona es que no hay nadie más responsable de su salud que ella misma. El médico es un profesional que ofrece asesoramiento calificado.
“Que el paciente siempre tenga la atención con un profesional de la salud y le pregunte sobre su evolución, control y cómo prevenir enfermedades”, menciona Ángelo Quiroz.
El paciente también debe estar informado y realizar preguntas que le ayuden a conocer más sobre su enfermedad sin tener miedo a expresarlas.
“El paciente es el que debería estár a cargo y eso se hace con campañas de educación, creación de conciencia, programas que los ayuden a estar al tanto de su enfermedad”, sostiene Caballero.
El médico, que lleva a cabo cursos de educación médica continua para la diabetes, menciona que una tendencia a nivel mundial es educar más allá de un consultorio.
“A nivel mundial, lo que se está intentando es cambiar un poco la visión para no darle educación a los pacientes solamente cuando están con el médico, con muchas otras cosas que ahora podrían estar al alcance y buscar estrategias”, comenta.
El paciente que tiene este tipo de actitudes es mucho más probable que logre cambiar su alimentación y la actividad física que realiza, así como que logre monitorear su enfermedad y adherirse al tratamiento que le recomiende su médico. Esto evitará tener complicaciones en un padecimiento crónico.
“Eso es lo que yo hago en el campo de la diabetes, porque va de la mano con muchas otras enfermedades, como la obesidad, la presión arterial elevada, enfermedades del corazón, afectaciones de los riñones. Y en la actualidad, hay muchas personas con diabetes que no saben que la tienen o aquellos que van al sistema de salud y no están bien controladas”, menciona Caballero.
Confianza necesaria
El doctor Enrique Caballero afirma que hay lineamientos establecidos que los médicos realizan en una consulta, como tomar los signos vitales y el peso y la talla. Pero él apuesta por una interacción más allá de cuestiones biomédicas para generar confianza.
“El paciente llega a la consulta, muy breve por cierto. El médico en pocos minutos tiene que resolver muchas cosas y se enfoca en estas partes tradicionales que yo le llamo biomédicas, pero olvida aspectos sociales, financieros, culturales, emocionales, psicológicos. Son consultas que se quedan cortas y que habitualmente se utilizan para evaluar los resultados de un laboratorio”, lamenta el también director de Educación Profesional Internacional en Joslin Diabetes Center (JDC) de Estados Unidos.
Es mejor la calidad que la cantidad, coinciden los especialistas. Sólo así podrá conseguirse la confianza para que un paciente se exprese libremente, independientemente del tipo de enfermo, la escala de gravedad y complicaciones.
Los médicos añaden que la relación de cercanía debe darse en todo momento, en todas las etapas de la enfermedad.
“Es una labor de esfuerzos sostenidos porque hay que crear primero conciencia en el paciente. La diabetes, así como otras enfermedades crónicas, se pueden controlar. Muchas veces existe la imagen errónea de que es una sentencia de muerte y no hay nada que hacer al respecto porque simple y sencillamente va a acabar con la vida de las personas, pero no tiene que ser así. Si el paciente realmente se da cuenta de que puede controlar a la enfermedad, la historia puede ser muy distinta”, asegura Caballero.
Consejos para la consulta
Estas son cuatro recomendaciones que enlista el doctor Enrique Caballero con respecto a la relación con sus pacientes
- Recordar que cada uno está a cargo de su propia salud
- Buscar apoyo con un profesional de la salud
- Acudir a una consulta con dudas que ayuden a conocer más sobre la enfermedad
- No tener miedo a expresar todas las preocupaciones