La trágica historia de Chris Benoit, el luchador que mató a su familia y después se suicidó

El esteta luchó en México como Pegasus Kid hasta que fue desenmascarado por Villano III. Triunfó en Estados Unidos hasta que la locura lo alcanzó y cometió la peor masacre de la que se tenga memoria en este deporte
Fernando Franco Fernando Franco Publicado el
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¿Por qué dedicarse a la lucha libre? La mayoría de los gladiadores coinciden en que no hay nada más excitante, excelso y pasional que subirse a un ring bajo los reflectores para, con destrezas propias de súper héroes pero trabajadas en un gimnasio, acaparar las miradas, alientos y ovaciones del respetable, aquel que hace del luchador una gloria, un verdadero ídolo del ring.

El honor más grande y meta de los estetas que cruzan el aire y realizan quebradoras y desnucadoras al por mayor es pisar los rings que están consagrados, aquellos en donde, por ejemplo, en México, lucharon El Santo, El Cavernario Galindo, Blue Demon o La Tonina Jackson. Otros más sueñan con llegar a la empresa más representativa de este deporte a nivel mundial, la WWE.

Esas metas fueron cumplidas por uno de los máximos ídolos de este deporte que encanta a chicos y grandes por igual y que une a todas las clases sociales alrededor de un cuadrilátero: Chris Benoit, quien en México luchó enmascarado bajo el nombre de Pegasus Kid, aquel a quien en una lucha épica destapara el gran “Pantera Rosa”, el “Rey Arturo”, Villano III, el domingo 3 de noviembre en el Toreo de Cuatro Caminos.

Esa noche, llena de sudor y gloria, iniciaría la leyenda de Chris Benoit, el luchador canadiense que logró pisar las arenas de las empresas de lucha libre más representativas a nivel mundial, incluyendo la New Japan Pro Wrestling, la  Extreme Championship Wrestling, la World Championship Wrestling y, el sueño de todos, la WWE, empresa en la que hizo y deshizo.

Aunque la afición “de hueso colorado” recuerda a Benoit por los grandes combates que dio junto o contra gladiadores de la talla de Edge, Rey Mysterio, Triple H, Randy Orton y Batista entre muchos más héroes de carne y hueso, la prensa, los medios de comunicación a nivel global, centraron su atención en él después de que cometiera un horrendo crimen que terminaría por opacar lo que hizo en el ring.

DE LA GLORIA AL INFIERNO

El 25 de junio de 2007 la noticia retumbó no sólo en las arenas de todo el orbe, no sólo entre los aficionados al deporte de los “costalazos” sino en prácticamente todos los rincones donde hubiera un televisor, una radio o llegara un periódico: Chris Benoit había estrangulado a su esposa Nancy, suministrado antidepresivos a su hijo para, después, asfixiarlo y, finalmente, suicidarse en el gimnasio de su casa.

El escándalo se desató en aquel entonces debido a que medios amarillistas retomaron parte del informe de la autopsia que revelaba que el atleta utilizaba esteroides, mismos, que al parecer, le habían provocado una fuerte adicción que terminó por causarle ataques de paranoia, depresión y agresividad. Sin embargo, lo anterior nunca pudo ser comprobado pues la empresa WWE se encargó de vedar la mayoría de los detalles del crimen, sobre todo, de los esteroides, sustancia prohibida para los atletas.

Lo que algunos medios estadounidenses pudieron rescatar respecto al crimen fue que Benoit estranguló a su esposa la noche del viernes 22 de junio del año referido. Entre el 23 y 24 de junio, suministró una gran cantidad de antidepresivos a su hijo Daniel quien, según la autopsia, murió después por asfixia. La noche del domingo 24 de junio, con los cadáveres de su familia como mudos testigos, Chris se ahorcó en el gimnasio de su casa. El atleta tenía 40 años.

GOLPES QUE COBRAN FACTURA

Las versiones en torno a la actitud de Benoit, días antes de los asesinatos e incluso en los días que ocurrieron son diversas, pero algunos luchadores han confesado públicamente que recibieron mensajes de su compañero en los que se notaba raro y mencionaba, en repetidas ocasiones, su casa como “llamándolos a que fueran”.

Chavo Guerrero fue uno de los atletas que recibió un llamado de Benoit, quien se disculpó intempestiva y largamente con él por no poder asistir a una lucha que tenía programada el 23 de junio (día en el que presuntamente asesinó a su hijo) pues tenía un problema fuerte en su casa. Guerrero afirmaba que Benoit se escuchaba aturdido y cansado.

Relatos periodísticos de la época detallan que el domingo 24 de junio, día en que se suicidó, cinco estetas, compañeros de batallas, recibieron mensajes de texto de Benoit mediante los teléfonos celulares de Daniel y Nancy pidiéndoles que cuidarán de los perros, los cuales estaban en la zona de la piscina de su casa la cual, especificó, se encontraba abierta.

Tras el descubrimiento de los cuerpos y la mediatización del caso, Michael Benoit, padre de Chris, dio una entrevista al medio E! entertainment en la que adujo como causa de la “locura” de su hijo un daño en el cerebro en forma de encefalopatía traumática crónica, o CTE, causado por un traumatismo repetitivo sobre el cerebro, producto de su difícil profesión, esa con la que hizo sonreír y soñar a sus miles de fans.

El padre de Benoit pugnó por años por una estricta reglamentación en la WWE, en donde, por ejemplo, se evitará el uso de sillas o mesas y se regresará al estilo deportivo de la lucha libre, más que el show y las acrobacias de alto riesgo, cuestión, que hasta el momento de redactar este artículo, no se ha realizado.

“El cráneo humano no está diseñado para soportar y proteger el cerebro contra los abusos que la WWE insiste a sus luchadores soportar”, terminaba diciendo el señor Benoit en la entrevista que concedió en 2009.

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