Las entrevistas de trabajo comúnmente provocan nerviosismo e incertidumbre. El candidato debe mostrar lo mejor de sí en una breve charla o exposición para conseguir un puesto que puede significar un importante cambio en su vida. Si de por sí las entrevistas son imponentes, un nuevo estudio detectó que las mujeres la tienen más difícil a la hora de entrevistarse.
The Telegraph reportó que de acuerdo a un nuevo estudio realizado por la Universidad de California y de California del Sur, los entrevistadores son más duros con las mujeres, y que a ellas se les interrumpe más que a los hombres. Si el interlocutor es un hombre aumenta la posibilidad de que las interrumpan. A esto se le suma que deben enfrentar más preguntas de seguimiento.
El estudio analizó entrevistas en un período de dos años de dos universidades estadounidenses, y encontró que las mujeres comúnmente eran entrevistadas por paneles y exposiciones. Según el reporte, la actitud suele ser de “demuéstralo de nuevo” hacia las mujeres.
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Las trabas en las entrevistas podrían ayudar a entender por qué los puestos académicos siguen dominados por los hombres sin importar que de las universidades se estén graduando más mujeres.
En las grabaciones de las entrevistas se vio cómo se interrumpía a las mujeres en cinco preguntas mientras los hombres sólo eran interrumpidos cuatro veces. Asimismo las preguntas de seguimiento fueron por lo menos tres más que a los hombres. Este tipo de preguntas sirven para indagar más sobre la respuesta del aplican y que tenga que ofrecer algo más que la “respuesta ensayada”.
El estudio expresa: “Incluso las mujeres preseleccionadas con currículos impresionantes pueden ser asumidas como menos competentes. Son desafiadas, a veces en exceso, y por lo tanto tienen menos tiempo de presentar una charla coherente. Estos patrones sutiles son un sesgo invisible que permite que persista un clima de desafío a la competencia de las mujeres”.