Este 19 de octubre se cumplen 49 años de la muerte de Lázaro Cárdenas del Río, uno de los presidentes más populares de la historia de nuestros país, que será recordado por la expropiación petrolera y por dar asilo político a los exiliados españoles durante la guerra civil del país Ibérico.
El 13 de junio de 1939 inició en México el exilio masivo de los españoles que huían de España para salvar su vida de la persecución que emprendió el franquismo, régimen que nunca fue reconocido por el gobierno de México.
Abordo de seis embarcaciones (Sinaia, Mexique, Ipanema, Orinoco, Flandre o Nyassa) llegaron más de 25 mil españoles a nuestro país, que entonces tenía poco menos de 20 millones de habitantes.
A lo largo de su estancia en México, los europeos contribuyeron al desarrollo nacional; por ejemplo, ayudaron a crear la casa de España en México (actualmente Colegio de México) y el Fondo de Cultura Económica.
Asimismo, la plantilla de profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) fue reforzada con su llegada.
Entre los exiliados que se incorporaron se encuentran Carlos Bosch García, Óscar de Buen, Francisco Giral González, Eduardo Nicol, Juan Antonio Ortega y Medina, Wenceslao Roces y Adolfo Sánchez Vázquez
La aportación de los exiliados se extendió por la ciencia, la educación universitaria, la producción editorial y los medios de comunicación.
Aunque el exilio masivo de españoles a México inició el 13 de junio de 1939, dos años antes (1937) 456 niños ibéricos fueron enviados, por iniciativa de Amalia Solórzano, esposa del presidente Cárdenas, a Morelia, Michoacán.
El objetivo era darle protección a los niños mientras la guerra terminaba, sin embargo, al final se convirtieron en los pioneros del exilio, ante la derrota republicana.
Diplomáticos de Portugal, Francia, España y la Sociedad de Naciones se unieron a la causa y apoyaron al gobierno de Lázaro Cárdenas.
Incluso, se tuvieron que establecer algunos requisitos para evitar conflictos con quienes no estaban a favor: México no invertiría dinero en su traslado e instalación.
Entre los españoles que el Gobierno de Cárdenas abrió sus puertas se encuentran además Luis Cernuda, Max Aub, Pedro Garfias y Luis Buñuel, oleada de exilados republicanos que arribaron al puerto de Veracruz el 14 de junio de 1950.
Carmen Tagüeña, presidenta del Ateneo Español de México, hija también de exiliados republicanos, habló sobre el expresidente Cárdenas a el diario El País:
“La acogida de refugiados republicanos españoles era un proyecto de Cárdenas para México, porque creía que podían aportar mucho al país. Acababan de crearse numerosas facultades y había, por ejemplo, muchas plazas de maestros que cubrir. También hizo un proyecto agrícola con los españoles. Vino gente formada: obreros formados, panaderos… Esta es la selección que existió. (…) México ya no está recibiendo a los centroamericanos como recibió a los españoles”.
El presidente Lázaro recibió un reconocimiento por parte de “La asociación de los amigos de México”, en 1937.
Éstas son algunas de las identificaciones de los españoles exiliados que se quedaron a vivir en México.
#Entérate | Cuauhtémoc Cárdenas (@c_cardenas_s), considerado como uno de los mayores luchadores por la democracia en México, exhortó a la oposición a luchar por la soberanía del país https://t.co/uxAS0fVraU
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) September 10, 2019
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