Con “bastards”, un álbum que recopila los remixes favoritos de Björk que se desprenden de su más reciente producción, la artista islandesa cierra el círculo de “Biophilia”, un proyecto sumamente creativo que la llevó a expandir sus horizontes artísticos.
Con su trayectoria e influencia, Björk goza de la ventaja que tiene una banda como Radiohead: si un día se levantan con el antojo de que una canción suya sea remixeada por un determinado grupo, DJ o productor, solo tienen que pedirlo y se hará realidad.
Más o menos así han surgido la serie de remixes que han expandido las fronteras auditivas de álbumes como “Biophilia” o “The King Of Limbs”. En el caso de la islandesa, Björk echó mano de algunos de sus actos favoritos: desde bandas de sonido denso como These New Puritans o el avant–garde de The Slips, hasta el hip hop industrial–experimental de Death Grips o el folk–pop sirio de Omar Souleyman.
Pero también incluye actos más electrónicos como la naciente estrella escocesa de Ross Birchard, mejor conocido como Hudson Mohawke, o el músico inglés Mathew Herbert.
“bastards” está conformado por 13 tracks, en donde destacan la versión arábica de “Crystalline”, cortesía de los beats sirios de Omar Souleyman; la asfixiante versión de “Sacrifice” hecha por Death Grips; y la deconstrucción electrónica que hace el dueto británico 16bit de “Hollow”.
Es probable que quienes son ultra fans de Björk ya hayan escuchado la mayoría de estos remixes; todos los tracks ya habían sido previamente lanzados por separado como parte de las piezas que se han ido adhiriendo a “Biophilia”.
Pero la propia artista justifica la recopilación de estas 13 versiones en un álbum o CD, sobre todo para aquellas personas “que no son expertos descargadores en línea, no tienen el tiempo o la energía para participar en los rituales de caza y recolección de Internet”.
El álbum estará disponible a partir del 19 de noviembre. La portada es una toma prestada del video “Mutual Core” que dirigió el artista Andrew Thomas Huang.
