Los cuerpos del millón
Cuando una persona crea algo nuevo, lo vende. Si posee talento o conocimiento, también lucra con ello pero, ¿qué tanto se puede lucrar con lo que hace único e irrepetible a cada ser humano?
Es decir, con su ADN y/o los datos que conforman su información genética.
La respuesta es mucho, pues el ADN de los llamados superhumanos vale oro.
Compañías farmacéuticas como Genentech, Amgen, Calico, Regeneron y 23andMe apuntan hacia la investigación de mutaciones genéticas no comunes en algunas personas, logrando un negocio millonario.
María Alesandra Pámanes
Cuando una persona crea algo nuevo, lo vende. Si posee talento o conocimiento, también lucra con ello pero, ¿qué tanto se puede lucrar con lo que hace único e irrepetible a cada ser humano?
Es decir, con su ADN y/o los datos que conforman su información genética.
La respuesta es mucho, pues el ADN de los llamados superhumanos vale oro.
Compañías farmacéuticas como Genentech, Amgen, Calico, Regeneron y 23andMe apuntan hacia la investigación de mutaciones genéticas no comunes en algunas personas, logrando un negocio millonario.
Entre esas mutaciones están personas que tienen insensibilidad e inmunidad al dolor o una densidad ósea poco comunes.
De acuerdo a Caroline Chen, de Bloomberg, sus “supergenes” son codiciados por compañías “en busca de fármacos encaminados a desarrollar los mayores y más lucrativos mercados de la industria”.
Y es que los superhumanos no tienen superpoderes, tienen supergenes. Se pueden quemar con fuego sin siquiera quejarse de dolor, pueden cortarse y no sienten absolutamente nada. Por otro lado, puede sufrir un aparatoso accidente y sus huesos salen ilesos, tal como si portaran el traje de Batman o tuvieran la fuerza de Superman.
Superhumanos con supergenes
A diferencia de los personajes de cómics, estos seres humanos no están hechos de acero, sino de genes resistentes que, de nacimiento, son especiales.
Y en el mundo son pocos los que gozan de esta insensibilidad congénita al dolor.
Según Chen, la compañía de biotecnología estadounidense Amgen encontró una población neerlandesa que tiene huesos grandes y resistentes. Al estudiarlos y analizarlos, la compañía podría simular los efectos de la mutación genética en el laboratorio y así fomentar el crecimiento óseo y combatir la osteoporosis.
No solo eso, Amgen podría aplicar estos hallazgos en expediciones espaciales, pues en las misiones hacia el cosmos los astronautas pierden masa ósea de manera considerable.
Y ya tuvieron éxito. Amgen logró que 30 ratones abordo del shuttle “Atlantis” tuvieran mayor densidad ósea luego de ser inyectados con “supergenes”.
Andreas Grauer, quien forma parte del proyecto global de Amgen para crear un fármaco para la osteoporosis, indica que los superhumanos son un “regalo de la naturaleza”.
Y subraya que se tiene la obligación de convertir ese don natural –y orgánico– en algo útil.
La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos aprobó recientemente un tratamiento para el colesterol desarrollado por Regeneron y Sanofi, cuyas bases son una mutación genética rara de una persona que nació suertuda y con los niveles extraordinariamente bajos de colesterol.
Se espera que genere ganancias anuales de mil millones de dólares.
Por su parte Genentech, otra compañía de biotecnología, se ha enfocado en experimentar con la mutación que da insensibilidad congénita al dolor, la cual es un arma de doble filo, pues las personas pueden tener enfermedades mortales que pasan inadvertidas.
Genentech planea crear nuevos analgésicos con esa mutación genética digna de un superhéroe que resiste a todo tipo de golpe o herida, ya que los “remedios” actuales fuertes son la morfina o otros opiáceos cuya característica principal es que son adictivos.
Cuando no se aplica morfina, los médicos suministran antiinflamatorios como el ibuprofeno, pero éste no elimina el dolor intenso, y también tiene sus efectos secundarios.
Por ello, crear un medicamento a partir de la mutación genética “antidolor”, sería una mina de oro para Genentech (y los superhumanos que participen en los experimentos).
Basta con saber que el mercado de los analgésicos, según Bloomberg, vale por sí solo 18 mil millones de dólares al año.
A su vez, las compañías que albergan bases de datos humanos son otro mercado millonario, pues le venden esta información genética a las farmacéuticas. Por ejemplo, en 2012 Amgen adquirió la compañía de biotecnología Decode Genetics por una suma de 415 millones de dólares. Dicha empresa tenía en sus manos la base de datos de más de la mitad de la población adulta de Islandia.
> La compañía biotecnológica Amgen ha hecho experimentos con superhumanos desde el 2006 y espera que el primer lote de fármacos –resultado de esos experimentos– esté disponible en 2016.
Si esos medicamentos son exitosos, la empresa obtendría ganancias de entre mil y 2 mil millones de dólares anuales en ventas.
> Genentech colabora con la compañía de Silicon Valley 23andMe, que ha vendido kits de saliva de ADN a un millón de personas. El costo por unidad es de 99 dólares.
La saliva –y los datos– pertenecen a personas que buscan conocer detalles de su salud, así como sus antecedentes familiares. El 80 por ciento de esas personas ha accedido a que se use su información genética para la investigación científica.
> Biotecnología e innovación
Sitio Web de Amgen
www.amgen.mx
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www.gene.com