Los mayores ‘se la creen’
No saben ni en qué mundo viven y se les olvidan las cosas, son algunas afirmaciones que se suelen decir de los ancianos.
Todos los estereotipos que giran en torno a la vejez, deterioran la memoria de los adultos mayores. No significa que ese sea el caso de todas las personas que padecen Alzheimer, por ejemplo, pero lo cierto es que la simple idea sí repercute en su memoria.
María Alesandra PámanesNo saben ni en qué mundo viven y se les olvidan las cosas, son algunas afirmaciones que se suelen decir de los ancianos.
Todos los estereotipos que giran en torno a la vejez, deterioran la memoria de los adultos mayores. No significa que ese sea el caso de todas las personas que padecen Alzheimer, por ejemplo, pero lo cierto es que la simple idea sí repercute en su memoria.
Según una investigación de la Escuela Davis de Gerontología de la University of Southern California (USC Davis), cuando se les recuerda y se les “restriega” que se les olvida todo por ser viejos, empeora su problema de memoria.
Los prejuicios forman parte de un concepto que los expertos llaman “amenaza del estereotipo”, lo que juzga las aptitudes de un grupo en específico, en este caso las personas mayores.
Los ancianos deben procurar no hacer caso a los estereotipos negativos sobre la vejez, y tratar de “no atribuir cada uno de sus olvidos a su edad, porque así pueden empeorar sus propios problemas de memoria”, dice Sarah Barber, autora principal de este estudio.
De hecho, se comprobó que el 70 por ciento de los ancianos que son diagnosticados con demencia demostró en los resultados de su evaluación que había estado bajo la amenaza del estereotipo.
En comparación con el 14 por ciento de los participantes del estudio que se sometió a las pruebas y cuyos resultados no mostraron signos de amenaza del estereotipo.
Hacerlo a la inversa, es decir motivarlos, puede ayudar a evitar que se afecten negativamente sus habilidades cognitivas y/o la capacidad de su memoria.
Tras haber realizado pruebas de memoria con un grupo de personas que tenían entre 59 y 79 años, Barber y su equipo señalan que para eliminar los efectos negativos de la amenaza de estereotipo, los médicos deben “cambiar las instrucciones de sus pruebas (de memoria) para enfatizar en la importancia de no cometer errores”.