“No soy un chico de ‘Twilight’’; nunca seré tan bonito como esos muchachos y eso está bien”
En 2009, Evans saltó a la gran pantalla con el personaje de Apolo en la cinta ‘Furia de Titanes’
No es su año debut, tiene 37 años, participó en franquicias como la de “The Hobbit” y “Fast & Furious”, personificó a Drácula en cine, pero sin duda alguna el 2017 es su año.
Luke Evans conquistó al público con su interpretación de Gastón en “La Bella y la Bestia”, de manera que lo convirtió en un villano simpático y carismático al son de canciones que entona en la pantalla grande con la experiencia que le dio haber iniciado el teatro.
Hijo único y abiertamente gay, Evans dejó la escuela de joven y trabajó en una tienda de zapatos. Con lo que ganaba se pagó las clases de actuación.
Nacido en Gales, Luke obtuvo una beca para estudiar en el London Studio Centre, de donde se graduó en el año 2000. Y fue a la edad de 30 años cuando debutó en la pantalla grande, tras haber obtenido experiencia en varias puestas en escena. Así, en 2009, saltó al cine con el papel de Apolo en “Furia de Titanes”.
Después interpretó a Robin Hood en la cinta homónima de 2010, a Aramis en “Los Tres Mosqueteros” (2011), a Bardo I en la saga de “The Hobbit” (2012-2014), a Drácula en la película del mismo nombre en 2014, a Owen Shaw en “Fast & Furious” (2013 y 2015) y a Scott Hipwell en “La Chica del Tren” (2016). Hasta que llegó a sus manos el papel de Gastón, el cual representó un reto y no por el canto, ya que Luke lo domina a la perfección, sino porque la adaptación cinematográfica de este personaje y del clásico de Disney generó altas expectativas con el público y la crítica.
Entre la polémica
En el caso de Evans, las pruebas fueron superadas y una vez que se estrenó la película, que ha batido diversos récords mundiales a la fecha, las redes sociales se inundaron con elogios hacia la interpretación del galés, el cual es activo en las mismas y comparte videos e imágenes constantemente en plataformas como Facebook, Twitter e Instagram.
Respecto a este personaje cuya obsesión con Bella y egocentrismo lo hace adorable e insoportable a la vez, Evans declaró que “sin duda hubo una teatralidad que he podido incorporar al personaje, que es algo que no suelo hacer. Hablamos de Disney y estamos recreando una de sus historias más queridas. Está colosal en todos los aspectos. Fue muy divertido de interpretar y tuve la oportunidad de dramatizarlo”.
Y la diversión radica precisamente en la evolución que tiene a lo largo de la película, “empieza como una especie de pícaro encantador, dice de un modo ensimismado todas estas frases egocéntricas y tiene un compinche chiflado (Le Fou), en la piel del actor Josh Gad. Y después, cuando llega a la conclusión de que no se va a salir con la suya, la fachada empieza a caerse y es cuando aparece un monstruo y acaba siendo un auténtico villano”.
Futuro espía
Hoy, Evans no sólo está en diversas portadas de revistas, acaparando redes sociales como el cazador amante de Bella, e inclusive ganó una encuesta de GQ en la que el espectador lo eligió para ser el próximo James Bond. De hecho, es de los favoritos en la lista oficial de candidatos en la que figuran Henry Cavill, Idris Elba y Tom Hardy.
