Máquina de éxitos
Hace poco menos de 10 años, Beck predijo que el futuro de la música serían sonidos similares a los de los videojuegos. Esa predicción es una realidad de muchos músicos actuales, pero ninguno tan exitoso como los sonidos de Calvin Harris, dignos de una consola de pocos bits.
Calvin Harris no es el nombre más reconocible de la música. Pero eso poco importa cuando tu estilo de producir sencillos te convierte en una máquina de éxitos a quien media industria musical está persiguiendo para lograr un hit.
Esteban Castro
Hace poco menos de 10 años, Beck predijo que el futuro de la música serían sonidos similares a los de los videojuegos. Esa predicción es una realidad de muchos músicos actuales, pero ninguno tan exitoso como los sonidos de Calvin Harris, dignos de una consola de pocos bits.
Calvin Harris no es el nombre más reconocible de la música. Pero eso poco importa cuando tu estilo de producir sencillos te convierte en una máquina de éxitos a quien media industria musical está persiguiendo para lograr un hit.
Su más reciente disco, “18 months”, más que un álbum con una temática consistente, es una colección de la especialidad de la casa: sencillos exitosos listos para tocarse en las madrugadas.
La lista de colaboradores en este tercer álbum del DJ escocés es sorprendente: Florence and The Machine, Rihanna, Dizzee Rascal, Kelis, Ellie Goulding y Tinie Tempah son las voces detrás de las canciones de Harris. Es un verdadero dream team del pop.
Más allá de la inclusión de “We Found Love” de Rihanna, la canción más exitosa que los beats de Harris han creado hasta el momento, el mejor track del disco es la colaboración con una desinhibida Florence Welch en “Sweet Nothing”. La cantante deja atrás cualquier trazo de musa indie y se convierte por tres minutos en una reina disco. Prueba de que nadie es inmune al poder de los ritmos frenéticos de Harris.
“18 months” definitivamente no es el mejor disco del año, pero sin duda es la elección adecuada para escuchar en un fin de semana en el que la fiesta nunca termina. Es un disco para sentirse bien, y a veces eso es lo único que necesitas.