Todos hemos escuchado que el whisky es la bebida alcohólica que menos engorda, pero Christopher Ingraham, columnista de The Washington Post, se dio a la tarea de encontrar qué tipo de alcohol cumple mejor su propósito, con menos calorías.
Ingraham consideró la cantidad de calorías en dos tipos de licores destilados (con 40 o 50 por ciento de contenido alcohólico), el vino dulce, oporto, vino blanco y tinto, vino light, distintos tipos de cerveza y algunas bebidas no alcohólicas, como leche o jugo de manzana, para comparar.
El escritor obtuvo sus datos de la National Nutrition Database for Standard Reference de Estados Unidos, que maneja el Departamento de Agricultura de ese país. Además, recurrió a Internet para recabar información sobre las variedades que no se encuentran en esa base de datos.
Christopher dice que no existe una reglamentación para que las bebidas alcohólicas tengan una etiqueta con su información nutrimental, así que es difícil que los consumidores entiendan qué están tomando.
Las bebidas destiladas tienen más calorías, en general. El whisky, vodka y ginebra tienen más de 80 calorías por cada 30 mililitros. Esto es dos veces más que los vinos fortificados, y tres veces más que los vinos de mesa. Por otro lado, la misma cantidad de cerveza tiene menos calorías que 30 mililitros de leche o jugo de manzana.
Sin embargo, es poco probable que consumamos solo 30 mililitros de estas bebidas y el tamaño de una porción de vodka no es el mismo que el tamaño de una porción de cerveza. Así que, para dejar las cosas claras, Ingraham calculó qué tipo de bebida tiene más alcohol por cada caloría que aporta.
El ganador indiscutible fue el vino espumoso, seguido de los licores destilados, y el vino y la cerveza light.
