“Más vale cholo que mal acompañado”, reza el clásico de Molotov.
Es casi algo que se da por sentado: en algún momento, el vocalista de una banda tendrá la necesidad artística –o monetaria– de hacer un disco en solitario.
Para algunos, esa decisión les reditúa en una carrera fructífera y más exitosa (Rod Stewart); otros tienen que volver a grabar con su banda, ya sea un par de años (Brandon Flowers con The Killers) o un par de décadas después (David Lee Roth con Van Halen).
El próximo decidido a enfrentar la soledad del estudio es Paul Banks, el frontman de Interpol. “Banks”, su segundo álbum disponible a partir de octubre, será el primero con su nombre tras lanzar en 2009 “Julian Plenti Is… Skyscraper”.
“The Base”, primer sencillo de Banks, tiene una dirección un poco más sinfónica que su trabajo con Interpol. Una canción en la que sin duda Paul Banks, contrario al protagonista de la canción, nunca le “apela a la base” de sus seguidores.
El otro nuevo solista es León Larregui. El vocalista de Zoé acaba de lanzar su nuevo disco “Solstis”. Su primer sencillo “Como tú (Magic Music Box)” tiene todo para ser un éxito de la radio en los 70. Los toques espaciales de la música de su banda continúan insinuándose, pero la melodía de guitarra lleva mano. Una canción refrescante para acabar el verano y que te da ganas de llenar tus oídos de más tracks de “Solstis”.
Sin embargo, no importa qué tan buenos sean los esfuerzos en solitario, los fanáticos siempre van a querer (a menos que seas Van Morrisson) que regreses con la banda que te vio nacer.
Los fans prefieren cantar al ritmo de Molotov “No se peleen men, no se peleen”. Sigan juntos y hagan más discos acompañados.