Son como nosotros
Podrás engañar a un amigo o a tu jefe, pero a tu mascota jamás. El perro es un ser vivo capaz de reconocer e identificar cuando su dueño está enojado, triste, contento y hasta estresado. De hecho, nuestros sentimientos, estados de ánimo y de humor afectan directamente a los caninos, de manera que tanto ellos como los gatos forman una fuerte conexión emocional con las personas de las que dependen para su alimento, refugio y afectividad.
La clave de esto es su desarrollado olfato, con el que pueden percibir químicos dependiendo de qué estado de ánimo tengamos.
María Alesandra PámanesPodrás engañar a un amigo o a tu jefe, pero a tu mascota jamás. El perro es un ser vivo capaz de reconocer e identificar cuando su dueño está enojado, triste, contento y hasta estresado. De hecho, nuestros sentimientos, estados de ánimo y de humor afectan directamente a los caninos, de manera que tanto ellos como los gatos forman una fuerte conexión emocional con las personas de las que dependen para su alimento, refugio y afectividad.
La clave de esto es su desarrollado olfato, con el que pueden percibir químicos dependiendo de qué estado de ánimo tengamos.
En el caso de los gatos, su lenguaje emocional es mucho más complejo que el de los perros, pues éstos últimos son más dóciles y fáciles de entrenar. De acuerdo a una investigación de Moriah Galvan y Jennifer Vonk, quienes forman parte de la Oakland University en Rochester, Michigan, los gatos leen las expresiones de los humanos y extraen información observándolos.
Y los perros no se quedan atrás, un estudio a cargo de la Hungarian Academy of Science de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, los perros entienden las emociones tal como las personas. “La localización de la actividad en el cerebro de los perros es muy similar a la que hemos encontrado en los cerebros de humanos. El hecho de haber encontrado estas áreas en los cerebros de los perros es una gran sorpresa, es la primera vez que hemos visto esto en un no-primate“, señaló Attila Andics, autor de esta investigación.
Andics agregó que “las áreas de voz están localizadas de manera similar en el perro y en el humano, esto significa que estas áreas se desarrollaron desde hace al menos 100 millones de años, la edad del último ancestro común de los humanos y de los perros”.
Y es que los hallazgos en la investigación de Andics “también usan un mecanismo cerebral similar para procesar la información social. Esto puede confirmar que la comunicación verbal entre las dos especies. Perros y humanos utilizan mecanismos cerebrales similares para procesar la información social y este es el primer paso para entender que la comunicación vocal entre perros y humanos tenga tanto éxito”.