Matías Nicolás sigue los pasos de los grandes
El cinefotógrafo argentino Matías Nicolás recuerda sus inicios en el campo de la foto fija, sus inspiraciones personales y cómo su pasión por retratar paisajes se remonta a otros artistas de la lente, lo que lo ha llevado a hacer documentales y series recientes en espacios como el Amazonas y Kenia, entre otras partes del mundo
Hidalgo NeiraDesde joven se sintió atraído por lo audiovisual, realizó un par de comerciales a temprana edad y se enganchó de inmediato con la idea de estudiar a profundidad la fotografía, no la dirección de cine o la escritura, sino estrictamente retratar con la luz de una cámara paisajes y momentos únicos. Así fue como Matías Nicolás se forjó en la cinefotografía en su natal Argentina.
Matías todavía creció con cámaras réflex análogas y le tocó la “magia” de revelar rollos con químicos e imprimirlos en cuartos oscuros, esto después lo impulsó a tomar una cámara de video y desarrollarse como director de fotografía.
Pero los orígenes de Nicolás son claros, él reconoce que antes de grabar en parajes como la Antártida, el Amazonas o Kenia, estudió de cerca a quienes han logrado fotografiar en blanco y negro los lugares más asombrosos del planeta, como al fotógrafo brasileño Sabastião Salgado.
“Es un fotógrafo que me impactó mucho cuando yo estudiaba cine, tenía también fotografía fija como materia, y empecé a conocer autores de la fotografía que yo no sabía que existían como Sabastião Salgado, Henri Cartier-Bresson y Richard Avedon”, platica Matías Nicolás, en entrevista con Reporte Índigo.
Sin duda, Salgado fue alguien que determinó su gusto por salir de lo urbano, explorar los ambientes y atmósferas del mundo, lo que hasta la fecha sigue haciendo y ha remarcado la carrera de Matías Nicolás, ya que, por ejemplo, estuvo encargado de fotografiar el concierto “Freeze ‘Em All” de Metallica en 2013, que se llevó a cabo en la Antártida, siendo la primera banda en tocar en los siete continentes.
Las andanzas de Nicolás lo han llevado también a lugares inhóspitos y de difícil acceso, como cuando fue el encargado de fotografiar el documental The power of clean water, de 2018, hecho por National Geographic en colaboración con Procter & Gamble, que se realizó en tres partes distintas del globo, Kenia, Indonesia y México.
Nicolás estuvo involucrado también en la cinefotografía de Mil colmillos, serie de ficción producida por Rhayuela Films y que en teoría llegará a HBO Latinoamérica próximamente. Este thriller se desarrolla en el Amazonas, del lado de Colombia, por lo que el artista recuerda que fue duro grabar bajo condiciones climáticas extenuantes.
El retrato social de Matías Nicolás con causa
Lo que Nicolás ha aprendido de otros consagrados de la fotografía, lo ha intentado hacer al menos en video o en sus trabajos experimentales. Confiesa que cuando tuvo su periodo al estilo de Salgado, fotografió unas favelas en Argentina en blanco y negro queriendo replicar los altos contrastes, pero con modestia reconoce que no lo logró.
De sus viajes y experiencias resalta que el resultado final a cuadro es una visión romántica, ya que para alcanzar el retrato del instante, detrás hay un trabajo meticuloso que a veces resulta cansado y extenuante, como en el país de África oriental donde grabaron el testimonial del agua.
“En Kenia paramos en un puente por donde transita la gente, y se empezó a enojar y son zonas que son un poco más violentas que la ciudad, y empezaron a gritar, el equipo de seguridad se puso un poquito nervioso y nos fuimos”, recuerda Nicolás.
En lugares como estos, el cinefotógrafo reconoce que es complicado incluso poder volar un dron, ya que estaba prohibido, entonces, se opta por utilizar la iluminación y el emplazamiento de cámara lo más natural posible para además mostrar el entorno de la gente.
Otra anécdota que Nicolás tiene presente fue cuando en una ocasión distinta visitó Perú y observó cómo es que la pobreza está a la vuelta de la esquina, ya que al grabar al interior de la casa de una familia en una montaña, la precariedad era evidente, pero además en un estilo de vida inesperado.
“Arriba de todo, en la última capa, el piso era de piedras, inclinado, y sin techo en el comedor, y dices ‘wow, ¿cómo vive esta gente?’ Te das cuenta de que hay muchísimas personas que viven en condiciones mucho más complicadas de las que nos imaginamos, y sí, el hacer documentales me hace estar agradecido”, se sincera.
Preferencia por Daniel-San
En estos momentos de encierro, Nicolás ha repasado múltiples plataformas y servicios de streaming, pero confiesa que su predilección se fue a los 80, ya que se dejó ir con Cobra Kai, serie que da continuidad a la franquicia fílmica de Karate Kid.
“Lo que más me gustó fue Cobra Kai, un producto súper original, impresionante. Podríamos decir que es ‘muy malo’, pero no puedo dejar de verlo, y hay otros productos que intentan copiar otras cosas; digo, tampoco he visto mucho, pero esto es de lo que me ha gustado”, dice entre risas.