La semana pasada la imagen de la supermodelo por excelencia, Cindy Crawford, dio la vuelta al mundo y se convirtió en la fotografía más viralizada de los últimos días.
En ella, Crawford aparece sin el retoque de Photoshop, mostrando las visibles marcas de la edad en todo el cuerpo.
Esta sesión de fotos para la revista Marie Claire dejó en claro que hasta las más grandes estrellas de la moda pueden ser víctimas de la edad, pero también demostró que los usuarios prefieren compartir contenido auténtico, y resaltan la importancia de publicar imágenes sin retoques.
De hecho, en noviembre de 2014, Keira Knightley también posó para la revista Interview sin una gota de Photoshop, y aclaró que no se avergonzaba de no tener un amplio busto o inclusive simétrico.
Y a nivel masivo sucede lo contrario. Los internautas tienden a publicar sus fotografías en redes sociales con mínimo un filtro de Instagram.
Pero así como llegó y tuvo su auge la ola del retoque, ahora ha llegado el momento en que “entre menos, mejor”. Tal como en el cine y la televisión.
Las campañas de Dove son un ejemplo, en ellas destaca que tanto niños como adultos se acepten tal cual son, sin retoques, filtros o efectos digitales.
Pese a ello, los estándares en la Red están muy por encima de la realidad, ya que hasta Cindy Crawford necesitó la revancha del leak de su fotografía este fin de semana, cuando su esposo Rande Gerber publicó en Instagram una fotografía de la supermodelo en bikini, tomando el sol y con su escultural cuerpo al descubierto.
