Dos figuras importantes de la cultura y el entretenimiento cayeron. Por un lado, un tribunal de Nueva York declaró al productor de cine Harvey Weinstein culpable de dos de los cinco cargos que enfrentaba tras ser acusado por varias mujeres de acoso, abuso sexual y violación.
Por el otro, el tenor español Plácido Domingo, de acuerdo con una investigación del sindicato estadounidense que representa a los artistas de ópera, acosó sexualmente a mujeres y abusó de su poder cuando ocupaba la dirección de la Ópera Nacional de Washington y la de Los Ángeles.
Estas dos caídas, frutos del movimiento internacional #MeToo, le dan fuerza y confianza a las mujeres para seguir alzando la voz y denunciando los abusos de poder y acoso por parte de los hombres; sin embargo, en México siguen faltando precedentes que motiven las acusaciones.
“Eso da confianza, pero al mismo tiempo aquí en el país, cuando nosotras pusimos el tema de Harvey Weinstein en nuestras redes los comentarios eran de ‘qué chido, pero en México eso no pasa’, por eso son importante los precedentes”, asegura Arussi Unda, vocera del colectivo feminista Las brujas del mar.
Por ejemplo, explica la activista, con el tema de la Ley Olimpia —que es la que castiga la difusión de material íntimo sin consentimiento— si no empiezan a existir precedentes de que los denunciados son buscados y castigados, las mujeres no van a confiar en ella; entonces, desestimarán su denuncia, porque, probablemente, no pasará nada.
“Creo que el crecimiento de las denuncias públicas en Facebook, que muchos les llaman ‘quemones’, son como de ‘bueno, sino se va a ir a la cárcel, por lo menos que haya un castigo social’. Y es muy lastimoso ver que luego ni eso resulta, porque ese hombre sigue haciendo su vida, sigue yendo por las chelas, cuando ya causó un daño y eso no está bien”, opina Unda.
El tenor español aceptó la responsabilidad de sus acciones y pidió perdón “por el dolor causado” a todas las mujeres que lo acusaron de abuso y acoso sexual. A través de un comunicado, aseguró que acepta “toda la responsabilidad” por las acciones denunciadas en los últimos meses.
“Me he tomado el tiempo durante los últimos meses para reflexionar sobre las acusaciones que varias colegas míos han hecho en mi contra. Respeto que estas mujeres finalmente se sintieron lo suficientemente cómodas para hablar, y quiero que sepan que realmente lamento el daño que les causé”, indicó Domingo.
“Así como él pidió una disculpa y dijo que no estaba consciente del daño que le había hecho a tantas mujeres, te puedo asegurar que hay muchísimos hombres que no tienen idea del daño que le han causado a una mujer con una actitud que ellos tienen muy naturalizada. Creo que hay hombres que no lo perciben, que no se cuestionan y que se sienten con el derecho de hacer”, opina la activista mexicana.
Para Arussi, este es un buen momento para que los hombres comiencen a cuestionarse no sólo su interacción con las mujeres, sino con los mismos hombres, ya que si uno es medianamente decente con una mujer, es catalogado como un mandilón o como alguien desesperado por acostarse con ella. “Ya quítense esa carga de masculinidad tan tóxica y dejemos de ser cómplices de personas que lastiman a otras personas”.
“Creo que nunca habíamos hablado de este tema como ahorita, entonces, tal vez esto sea el inicio de los precedentes que se necesitan; por ejemplo, nosotras ya estamos recibiendo en las redes sociales denuncias de hombres hacia otros hombres por actitudes violentas en contra de mujeres”, cuenta la activista.
Tirar el pacto y el acoso
El colectivo Las brujas del mar explica que el “Pacto patriarcal” es un acuerdo de encubrimiento heredado social y culturalmente, en muchos casos no es apropósito, porque ya viene de mucho tiempo atrás, por lo que debe acabar.
“Nosotras vimos en nuestras redes sociales que cuando un hombre comenta que él sabe cuál es su lugar en el feminismo, que apoya la lucha desde su trinchera, que él no va a las marchas porque sabe que ese es un momento de nosotras, no faltan los ataques de las personas machistas hacía ellos, se les van más a la yugular a esos hombres que apoya el movimiento que justamente a las feministas”, platica Unda.
Esos hombres son vistos como “los traidores del patriarcado”, porque para los machistas les están dando la espalda para irse del otro lado.
“Sería bueno el cuestionarse cómo mi amigo trata de la fregada a su novia, porque para muchos ese no es su problema y mejor se quedan callados, no lo señalan, o cómo mi amigo a lo mejor en la fiesta quiere emborrachar a una chica para ver si algo ocurre y sabemos que eso es violación, pero no decimos nada, participamos de esas interacciones, nos quedamos callados y hasta lo justificamos en algunos casos”, comparte Arussi.
Por eso es importante reeducarnos y entender que el “no” de una mujer no significa “convénceme”, porque de ahí viene el acoso o la violación, del no respetar el rechazo.
“¿Por qué el hombre tiene que insistir? Está muy clavado en la mente de los hombres que, incluso, entre más trabajo cuesta, más vale la pena estar detrás de esa mujer y de ahí viene el mito de la ‘mujer fácil’ que te dice que ‘sí’ a la primera”, afirma la activista.
Esas actitudes contribuyen a la cultura del acoso y la violación, porque pareciera que a ellos no les importa la opinión de las mujeres, porque ni si quiera las consideran como personas capaces de pensar y decidir.
Para visibilizar la violencia contra las mujeres y el alza en los feminicidios, Las brujas del mar propusieron el paro nacional de mujeres el próximo 9 de marzo. “El nueve ninguna se mueve. Paro Nacional. Ni una mujer en las calles. Ni una mujer en los trabajos. Ni una niña en las escuelas. Ni una joven en las universidades. Ni una mujer comprando”, dice la convocatoria.
“Estamos trabajando en hacer una campaña en donde haya un despertar de conciencias, en donde dejemos a un lado temas polémicos, temas que resultan en una polarización, porque no queremos desaprovechar este momento donde existe un interés y un intento de unión”, comparte la vocera del colectivo.
¡En conexión!
El colectivo feminista Las brujas del mar maneja Facebook, Instagram y Twitter, en cada plataforma comparte contenido diferente con una interacción distinta.
“En Facebook compartimos más onda de noticias y cosas así, en Instagram la interacción es a través de historias en las que ponemos más información, recibimos preguntas y ponemos temas sobre la mesa y en Twitter es más inmediato, igual noticias, comentarios y chistes”, dice Arussi Unta.
Sus redes no son nada institucionales, son más relajadas, porque buscan que sean muy accesibles, que si no tienes conocimientos sobre el feminismo o perspectiva de género, lo puedas digerir más fácilmente.
- Facebook: Las brujas del mar
- Instagram: Brujas del Mar
- Twitter: @brujasdelmar