Es necesario que México sea parte de la gran transición tecnológica que se está viviendo en el mundo entero. De eso está seguro José Ramón López Portillo y así lo plantea en su nuevo libro La gran transición. Retos y oportunidades del cambio tecnológico exponencial, editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).
“El libro lo escribí en español porque a lo largo de los últimos quince años de leer todo lo que podía leer con mí limitado tiempo sobre el tema, encontré que no había casi nada en español, habían verdaderamente pocos artículos, además dedicados a países como los nuestros, países de desarrollo intermedio, y consideré que era fundamental abrir el diálogo y plantear todos estos temas en su enorme complejidad y diversidad”, declaró el autor.
Para López Portillo es necesario que el país una las necesidades con las posibilidades que tiene y entienda que las tecnologías brindan soluciones. Para ello, el gobierno, el mercado y la sociedad tienen que ponerse de acuerdo para encontrar respuestas a los temas de actualidad: transparencia, corrupción, ineficiencia, y desigualdad. Así que critica la ausencia de estos tópicos en las agendas de los candidatos presidenciales.
“No ven esa liga y no la quieren ver por ignorancia, o simplemente por conveniencia, porque dicen: ‘la gente no va a responder si les hablamos de tecnología, lo van a ver muy frívolo, algo muy lejano’. Sin embargo, la solución de problemas concretos, de todo tipo, para la población está cada vez más en utilizar las tecnologías correctas para resolverlos. ¿Quieres luchar contra la corrupción? Digitaliza el sector público y aplica inteligencia artificial que verifique la actividad y deficiencia de los funcionarios, de los legisladores y de los trabajadores”, explica el escritor.
México, dice López Portillo, tiene tres grandes retos a superar. El primero es generar infraestructura de calidad para que el país entero, sin dejar a nadie atrás, se “monte en la ola tecnológica”. El segundo es crear los estímulos para que el sector privado, sobre todo para las empresas micro y pequeñas, utilice esa infraestructura y se creen los mecanismos financieros para dar saltos hacia la innovación. El tercer es el de generar una nueva gobernanza que implique nuevas instituciones y un nuevo marco normativo que se vayan adoptando constantemente a los retos de estas nuevas tecnologías.
Pero señala que también hay oportunidades que “estriban en que si el país utiliza estos sistemas poderosísimos puede aumentar tremendamente su productividad y con ello conseguir la satisfacción de las necesidades de las población a través de la educación para ser mejores y encontrar soluciones a su bienestar”.
También afirma que la economía de México puede diversificarse mucho más si se logra que los ciudadanos marchen más al unísono, en lugar de seguir creando enormes distancias de desigualdades que hay entre poderosos y marginados.
Las personas que leen este libro podrán entender, asegura, que el mundo futuro será muy distinto del presente, “se va a encontrar con el estímulo de leer más sobre esto, se va encontrar con la necesidad de convertirse en alguien letrado en estos temas y en que su colaboración con su propia comunidad tiene un potencial mucho mayor que simplemente pensar en las cosas que están mal o en las cosas que necesitan. Ese cambio de mentalidad hacia el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, es lo que espero lograr con el libro”, finaliza López Portillo.
