Este proyecto mexicano se construyó en dos años y busca, en un solo lugar, recrear y dar a conocer la magnificencia de la flora mexicana y la del mundo.
El espacio ubicado en Morelos cuenta con más de 50 hectáreas adornadas de flores, plantas, árboles, bambús y cientos de pequeños detalles que fascinan la vista.
Aquí encontrarás un jardín japonés, uno italiano, un laberinto escultórico de los sentidos, un jardín tropical, el de las cuatro primaveras, un jardín de cactáceas, el abanico de flores y un jardín infantil.
El pájaro de dos caras es una escultura que simboliza el flujo de la vida; se puede ver de distintos ángulos y su largo cuello expresa curiosidad por lo que hay en el horizonte y en el mismo jardín.
Uno de los favoritos por los visitantes es el jardín japonés, rodeado de bambús, riachuelos y puentes. También encontrarás la representación de una pagoda en cuyo estanque se encuentran cientos de ninfeáceas.
Esta gran escultura rojiza lleva por nombre El espíritu de la naturaleza y representa la fuerza de las plantas que nacen en la Tierra pero que buscan alcanzar el cielo.
El Jardín italiano está conformado por flores como las petunias, belén y geranios organizados geométricamente para semejar una villa renacentista. En la fuente más grande se encuentra Neptuno, vigilando el vergel. Además, el mármol utilizado fue traído desde Italia.
En el laberinto de los sentidos te adentrarás en túneles y altas paredes repletas de plantas que combina la vegetación con el arte, pues mientras te sumerges en las diferentes tonalidades de verde que encontrarás, por tu camino hallarás diferentes esculturas.