Todo inicia a las tres de la mañana, la hora es la misma y proviene de un mensaje viral enviado por “Momo”.
Los retos comienzan por WhatsApp o Facebook, la intención es enviar notas de voz o video para demostrar que se están cumpliendo las pruebas que van subiendo de nivel hasta pedir fotografías de connotación pornográfica y el chantaje se vuelve serio.
Este tipo de prácticas comenzó en Japón, pero ahora pasó a España donde ya se han documentado casos y en Argentina se habla de que una menor de 12 años fue conducida al suicidio por este ciberacoso.
Cuando empezó a ventilarse la práctica de chantaje en redes sociales, Youtubers comenzaron a subir videos donde se burlaban de esta leyenda urbana que sigue acosando a adolescentes en todo el mundo.
Según explicó el perito judicial español Eduardo San Rufo para la agencia EFE, “no es fácil actuar jurídicamente” tanto porque “los autores operan desde otros países y por cuestiones de privacidad”.
Este ciberacoso o phishing en internet se une a los retos virales como el de la “ballena azul” el cual empezó en Rusia e incitaba a los adolescentes a cumplir 50 pruebas que atentaban contra su propia vida.
El origen de la imagen de “Momo” se remonta al país nipón, donde en una exhibición en la Vanilla Gallery permanece una figura de una cabeza de mujer con ojos desorbitados y cabello largo, a partir de que los japoneses se tomaron fotografías con el rostro y se publicaron en instagram es que se popularizó esta escultura de horror.
