Ellie Goulding no es una DJ, es una cantante de pop enfocada en cumplir las expectativas que la industria musical británica tiene sobre ella: convertirse en una súper estrella.
A los 22 años recibió el Critic’s Choice en los Brit Awards de 2010, un premio que previamente recibieron Adele y Florence and The Machine.
Sus canciones no son “bro-step”, género dominado por su novio Sonny Moore, mejor conocido como Skrillex.
A diferencia de su pareja, Goulding lo mismo puede hacer un cover evocativo de “Your Song” de Elton John que una pieza electropop como “Lights”, la canción más popular de su disco debut.
Ese tipo de éxitos han hecho que Goulding haya sido seleccionada para cantar en eventos frente al Príncipe William y Kate Middleton y los Obama.
Así que no esperen “wobbles” o “bass drops”.
La influencia en la pareja se detiene en el característico corte de cabello hecho popular por Skrillex y que ambos comparten, aunque Goulding clama haberlo creado primero.
Si en su debut el enfoque estaba en mostrar su extraordinario rango vocal, en “Halcyon”, su provocador segundo disco, la idea es proyectar sus múltiples habilidades.
Goulding es capaz de escribir una balada para el siglo 21 como “I Know You Care” –canción principal de la nueva película de Dakota Fanning– hasta crear un track como “Anything Could Happen” que, pese a lo obscuro de sus letras, no sonaría mal en un club.
El primer sencillo es una canción que se te queda pegada desde la primera escucha, cortesía de los constantes gritos que forman el coro de la canción. Es un art pop mucho más accesible que el de Florence Welch.
Quizá Ellie Goulding no es más popular que su novio, pero seguro que sí es más talentosa.
Solo es necesario escuchar la diversidad en su disco para comprobarlo.