El multimillonario George Soros, quien vaticinó la caída de la libra en 1992 y se ganó el mote del “hombre que provocó la quiebra del Banco de Inglaterra”, lanzó una nueva predicción al decir que la red social Facebook y Google tienen sus días contados debido a eventuales regulaciones.
Soros indicó que las políticas tributarias y las regulaciones podrían significar el fin de estas plataformas, consideradas de las más valiosas en el mercado internacional y más influyentes en los servicios que ofrecen.
Las palabras de Soros fueron expresadas durante una cena con un grupo de periodistas en el Foro Económico Mundial, que tuvo lugar en Davos, Suiza. Allí, el empresario de origen húngaro dijo también que ambas compañías ponen “obstáculos a la innovación” y son una “amenaza para la democracia”.
El inversionista consideró que las redes sociales y las grandes compañías de internet influyen en la opinión pública. De manera más específica, explicó que determinan la manera de actuar de las personas y su manera de pensar, muchas veces sin que los usuarios se percaten de ello.
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El nacionalizado estadounidense, también advirtió que esto se ha reflejado en el funcionamiento de la democracia, por ejemplo en las elecciones, en las que su integridad ha sido vulnerada por lo que se comenta en las redes sociales.
Las aseveraciones del empresario surgen luego de que Samidh Chakrabarti, director de producto de Facebook admitiera que las redes sociales pueden ser nocivas para la democracia. Lo anterior, como parte de una reflexión relacionada con las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, en las que Donald Trump se impuso a Hillary Clinton.
El directivo de Facebook dijo que en el 2016 su empresa fue lenta, pues tiempo después se percataron de que 80 mil cuentas fueron creadas desde Rusia, cuyo objetivo era propagar noticias falsas y polarizar la opinión pública estadounidense. Estos perfiles, explicó Chakrabarti, influyeron en alrededor de 126 millones de usuarios que los siguieron
En su argumentación, Soros opinó que estas compañías engañan a sus usuarios al manipular su atención y dirigirla hacia sus propios fines comerciales, situación que fomenta una “adicción deliberada”.
Por otra parte señaló que existe al posibilidad que estas empresas, con el amplio banco de datos que poseen, puedan ofrecer sus servicios a la vigilancia, la cual podría contar con recursos de Estados.
