El mundo onírico de Toscana

La idea del libro es lograr reflejar lo importante de absorber la filosofía para tener opiniones informadas, ideas encadenadas y juicios propios que nos ayuden a conocernos a nosotros mismos
Azaneth Cruz Azaneth Cruz Publicado el
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[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_78i9zggq” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] “Olegaroy”, de David Toscana , es un libro que presenta a un personaje que mezcla ideas algo descabelladas sobre el hombre y su existencia, pero sobre todo es una novela en segundo plano con la que el autor regiomontano cuestiona la condición humana.

“La justicia, la vida, la muerte, nuestra actitud moral ante ciertos eventos y la obligación de cuestionarnos. A través de planteamientos filosóficos, Olegaroy logra conectar sus dudas con filósofos que sólo pretenden llevar al lector al siguiente nivel de cuestionamiento de un hombre insomne”, explica Toscana, autor de “El último lector” y “Duelo por Miguel Pruneda”.

Olegaroy es un hombre de 53 años, insomne y atenido a su madre, quien lo ha alimentado de los canapés que roba de los funerales. Tras el leer el asesinato de una mujer, Antonia Crespo, ocurrido en 1949 en Monterrey y publicado por el periódico ‘El Porvenir’, el hombre se logra transformar con esa lectura, cuestionándose sobre la desgracia humana.

“Olegaroy es un hombre que despierta y que gracias a la prensa, a los filósofos y literatos va perdiendo lo ingenuo”
David ToscanaEscritor

“Pensé cómo llevar a un personaje relativamente sencillo a niveles más profundos y quizá Olegaroy vino a mi mente con la idea del evangelio”, dice Toscana.

“Para los seres humanos, la muerte debe ser lo más terrible que nos puede pasar sobre todo cuando la estamos pasando bien. En esta teología-filosofía, siempre se habla de este valle de lágrimas y aunque no sé cómo era entonces ahora basta no tener problemas graves en este mundo para poder disfrutar, es entonces cuando se vuelve muy injusta la idea, no sólo de morirse, sino también de envejecer con un deterioro extremo, como sucede con los seres humanos”.

Las novelas del autor de “La ciudad que el diablo se llevó” suelen tocar de manera recurrente el tema de la “muerte” como punto de transformación, para hacernos pensar que nunca somos los mismos de antes.

“Cuando Olegaroy le pide al cura que lo vuelva a casar porque él ya no es el que era antes, acepta la trasformación de sí mismo, con el tema de la muerte, donde vemos en el cadáver de la mujer asesinada, se muestra su transformación”, señala el ganador de premios como José María Arguedas y José Fuentes Mares.

Para el escritor de 56 años de edad, que ha sido traducido a 15 idiomas, su libro toca en muchos puntos a la trasformación que no sólo habla desde la óptica del deterioro, sino desde el cambio de sí mismo.

“El personaje tiene una fuerte dependencia de amor-odio con la madre, sin embargo, el descubrirlo convierte en un hombre nuevo que va por el mundo tratando de resolver, como Don Quijote, un crimen”.

De acuerdo con Toscana, Olegaroy va de algún modo idealista queriendo trasformar el mundo y un montón de cosas, incluso el futbol, un fenómeno que le pasa a las personas que por primera vez descubren algo.

“Creo que en la vida hay un par de cosas que nos parecen sin sentido, pero es todo el proceso de novedad lo que nos lleva al cuestionamiento y es todo el proceso de la rutina lo que nos lleva al adormecimiento”
David ToscanaEscritor

La idea del libro es lograr reflejar lo importante de absorber la filosofía para tener opiniones informadas, ideas encadenadas y juicios propios que nos ayuden a conocernos a nosotros mismos.

“La vida examinada no tiene sentido. Si la mujer viene despertando más en estos últimos tiempos, es porque ellas quieren salir a la calle, informarse, leer y ver en el mundo un sinfín de posibilidades.

Es cuestión de conciencia y la conciencia lleva la acción. Todo esto, viene de algún modo de filosofar”, explica el autor de “El ejército iluminado”, publicado también por la editorial Alfaguara como “Olegaroy”.

Cuando Toscana se sentó a leer el periódico de 1949 de Monterrey surgió “Olegaroy” un pretexto para regresar con nostalgia a tierras regias y sorprenderse por la cantidad de personas que morían atropelladas en esa época en la capital de Nuevo León.

“Cuando el personaje descubre la prensa de 1949, descubre que el mundo es un lugar muy peligroso. Con la prensa retornó nostálgico a Monterrey, retornan los miedos del hombre y es que nadie elige sus propios miedos”, deduce Toscana, quien dejó Monterrey hace más de 20 años y ahora reside en Polonia y en España.

“La gente quiere un poco de paz”

Al preguntarle al escritor de “Olegaroy” su opinión sobre el panorama literario después de las elecciones en México, Toscana responde que las personas sólo están pidiendo un poco de paz.

“Narrativamente creo que vienen tiempos emocionantes, pero la gente no quiere historias interesantes, la gente quiere ya un poquito de paz y tranquilidad, poder ordenar su vida, un poco menos de caos…

Es muy difícil jugar al pronosticador, pero si tuviera que apostar quién será el ganador diría que López Obrador, aunque no tengo idea de qué va a pasar una vez que gane”.

Para el escritor, hay que juzgar al árbol por sus frutos, hay que ver qué hizo Lopez Obrador cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

“Las personas tienen que dejar de ver tantas campañas publicitarias y leer más, mirar el árbol por sus frutos, conozcamos el discurso de López Obrador por sus libros. Las personas que van a votar por él no son ingenuos”, concluye el autor regiomontano.

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