Como un auténtico ‘desastre nacional’, calificaron ambientalistas de Kenia la muerte del último rinoceronte negro macho en el mundo, la cual se debió a una negligencia humana.
Aunado a esto, la única hembra que sobrevive de la especie se debate entre la vida y la muerte y es ayudada por veterinarios después de que fuera atacada por un grupo de leones.
El rinoceronte macho fue trasladado el mes pasado de Nairobi, la capital de Kenia, al Santuario de Rinocerontes en el parque nacional Tsavo East, informó el ministro de vida salvaje Najib Balala, en donde murió.
“Los animales estaban deshidratados, inquietos y tomar más agua sólo empeoraba el problema”, dijo Peter Gathumbi, profesor de patología veterinaria en la Universidad de Nairobi, al referirse a los más de ocho rinocerontes que también murieron en en el lugar.
Ambientalistas lamentaron que autoridades, veterinarios y biólogos no se cuestionaran, desde el principio, el traslado de los rinocerontes a la reserva.
Cazadores furtivos de toda África mataban a los rinocerontes negros para ofrecer sus cuernos en el mercado ilegal de Asia.
El director interino del Servicio de Vida Silvestre de Kenia ha sido despedido y otros funcionarios fueron suspendidos luego de una “evidente negligencia” hallada en el traslado de los rinocerontes.