Niños ‘cool’, adultos complicados

Es frecuente que los padres de adolescentes los regañen cuando actúan como si fueran mayores de lo que son, diciéndoles que tienen tiempo para hacer todas las cosas que en ese momento quisieran.

Pero algunos jóvenes tienen una propensión mayor hacia estas actitud, y según un estudio de la Universidad de Virginia, esto podría ser un indicador de que tendrán problemas para socializar adecuadamente en el futuro.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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Es frecuente que los padres de adolescentes los regañen cuando actúan como si fueran mayores de lo que son, diciéndoles que tienen tiempo para hacer todas las cosas que en ese momento quisieran.

Pero algunos jóvenes tienen una propensión mayor hacia estas actitud, y según un estudio de la Universidad de Virginia, esto podría ser un indicador de que tendrán problemas para socializar adecuadamente en el futuro.

Estos adolescentes suelen ser populares en secundaria, e ir a fiestas con chicos mayores, consumir alcohol y comenzar su actividad sexual, además de presumir sobre estas cosas.

“Estos jóvenes que iban por el carril de alta velocidad no terminaron bien”, explica Joseph P. Allen, profesor de psicología y autor del estudio, que siguió a un grupo de 184 adolescentes precoces durante 10 años, desde que tenían 13.

Los investigadores documentaron la evolución en su estatus social, a través de entrevistas a sus personas más cercanas, y aunque muchos de ellos eran populares a los 13 años, esto no duró.

De populares a problemáticos

Aunque sus actividades “adultas” les ganaron popularidad en la secundaria, conforme sus compañeros maduraron su factor cool desapareció, porque los demás ya estaban listos para experimentar lo que ellos comenzaron desde pequeños.

Ahora, a los 23 años, la mayor parte de los jóvenes tienen problemas con el alcohol, las drogas, actividad criminal y se les dificulta cultivar relaciones cercanas. Según Allen, la intensidad de su rebeldía se acentuó para intentar seguir siendo cool.

“Sus compañeros piensan que no son competentes socialmente. Siguen viviendo en su mundo de secundaria”, señala el psicólogo a The New York Times.

El estudio detectó tres comportamientos característicos de la madurez prematura: buscar un círculo social formado por gente atractiva, tener muchos romances intensos y con mayor exploración sexual que sus compañeros, así como cometer delitos menores, como vandalismo o infiltrarse a una sala de cine. 

Estas actividades resultaron ser más efectivas para predecir problemas con el alcohol y las drogas en el futuro, que el uso de estas sustancias desde temprana edad.

Los jóvenes clasificados como populares, debido a estas tendencias, tuvieron 45 por ciento más problemas como resultado del consumo de alcohol y mariguana y 22 por ciento más probabilidad de cometer delitos serios al llegar a la edad adulta.

Además, los jóvenes encuentran difícil relacionarse con otras personas. Cuando se entrevistó a sus compañeros para saber cómo eran las relaciones entre ellos, los chicos cool recibieron calificaciones hasta 24 por ciento debajo del promedio.

Los investigadores creen que concentrarse en ser populares hizo que se perdieran de un periodo crucial en su desarrollo, en el que se sientan las bases para tener amistades sólidas, a través de actividades tranquilas, como ir a un centro comercial.

Por ello, los expertos recomiendan a los padres no preocuparse por la popularidad de sus hijos, sino asegurarse de que se dediquen a actividades que fortalezcan la socialización genuina.

“La madurez en la adolescencia temprana significa que puedes ser un amigo bueno, leal, que da apoyo, trabaja duro y es responsable, aún si eso no hace que tus compañeros se reúnan a tu alrededor para escuchar tus historias el lunes”, dice el doctor Allen.

El experto también enfatiza que elegir estas actividades no es una sentencia, y en un correo electrónico a The New York Times contó la historia de una joven que tuvo muchos novios muy joven, buscaba amigas atractivas y robaba en algunas tiendas, “había terminado la licenciatura, no tenía problemas con actividades criminales, solo tomaba alcohol responsablemente y tenía un buen trabajo” a los 23 años. 

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