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>No apagarlo nunca: afirman especialistas que hay dos buenas razones para apagarlo de tanto en tanto: extender la vida de la batería y reiniciarlo, como harías con tu computadora.
>No limpiarlo por dentro y por fuera: por fuera, con un paño de microfibra, sin usar líquidos. Por dentro, se recomienda usar una aplicación como CleanMaster o TapCleaner, otros creen que es mejor borrar todo aquello que no sirve o no usas.
>Usar cargadores piratas: cuando el original se daña o se nos pierde, la solución más rápida es comprar otro o pedir uno prestado, con esto solo conseguiremos que la batería dure menos tiempo y se agote su vida útil. Lo mejor es invertir en uno original.
>No usar protección para virus y malware: también son blanco de ataques maliciosos, a través de virus y malware, con la excepción de los iPhones.
>Llevarlo en el bolsillo: no sólo lo expones a una alta probabilidad de caer al piso, al inodoro u otras superficies inapropiadas, algunas investigaciones confirman que puede representar riesgos para la salud derivados de la radiación que emiten.
>Exponerlo a los elementos: la clave es conocer el grado de protección IP (Ingress Protection en inglés) de tu teléfono celular, que indica la resistencia del aparato no sólo al agua, sino también al polvo y al calor.
>Tratar de rootearlo: un error muy común de la mayoría de personas que poseen smartphone es que quieren rooter en su teléfono inteligente y no tienen la menor idea de cómo hacerlo. Así que lo mejor es que lo lleves a un técnico o un amigo que si sepa.
