No todo lo que brilla es verde

Imagina esta escena: un distrito comercial lleno de luces, autos, cientos de personas interactuando y el ruido que todo esto provoca. La escena podría resultar abrumadora y estresante para algunos, o podría provocar una sensación de calma y alivio en otros. Todo depende de las experiencias vividas por cada uno.

Desde hace poco más de 40 años, la psicología ambiental estudia el comportamiento humano en relación con el medio ambiente. 

¿Cómo afecta nuestro ánimo el entorno en el que vivimos?

Rocío Aguilera Rocío Aguilera Publicado el
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La realidad virtual puede ayudar (…) se ha demostrado que las personas tienen los mismos cambios positivos en el cerebro y el cuerpo cuando están en un bosque o una selva, sea simulado o no

Imagina esta escena: un distrito comercial lleno de luces, autos, cientos de personas interactuando y el ruido que todo esto provoca. La escena podría resultar abrumadora y estresante para algunos, o podría provocar una sensación de calma y alivio en otros. Todo depende de las experiencias vividas por cada uno.

Desde hace poco más de 40 años, la psicología ambiental estudia el comportamiento humano en relación con el medio ambiente. 

¿Cómo afecta nuestro ánimo el entorno en el que vivimos?

No es algo nuevo el hecho de que exponerte a espacios naturales es bueno para el cerebro y el cuerpo. Existen estudios bien fundamentados que muestran que con tan solo ver una maceta o hasta caminar por un bosque, se puede mejorar el estado de ánimo, aumentar las habilidades del pensamiento e incluso alargar la vida.

Según investigaciones de la Escuela de Ciencias Medioambientales y del Bosque, que pertenece a la Facultad del Medio Ambiente de la Universidad de Washington, la incorporación de espacios verdes en ambientes construidos puede mejorar la efectividad del aprendizaje y la productividad laboral. Además, ayuda a aliviar el estrés mental.

Los entornos naturales ayudan a superar la fatiga mediante la relajación y restauración de la mente. En el ambiente urbano, estos espacios verdes fomentan la interacción social y eliminan el estrés al propiciar el ejercicio o la conversación, y proporcionan un efecto calmante.

Este tipo de estudios –sobre los efectos benéficos de la exposición a la naturaleza– se han convertido en una herramienta importante para grupos de defensa del medio ambiente y planificadores urbanos que quieren promover la inclusión de los oasis verdes en las ciudades.

Esto ha provocado que, de un par de años a la fecha, la tendencia a construir estos espacios dentro de las manchas urbanas vaya en aumento. No es tan simple, hay ciudades en las que existen otras prioridades antes que dedicar presupuesto a la creación de parques y lugares naturales.

Experiencias y ‘naturaleza’

Colin Ellard, director del Laboratorio de Investigación para Entornos Virtuales Inmersivos de la Universidad de Waterloo en Canadá, opina que no siempre tiene que ser un entorno verde el que mejore nuestro “mood” (o humor), todo depende de las experiencias vividas por cada persona.

Aunque aún falta más investigación por realizar en el laboratorio, han encontrado que hay propiedades visuales muy interesantes en algunas escenas de la naturaleza que creen que pueden ser responsables de algunos de los efectos benéficos que sabemos que la naturaleza produce.

Es decir, la realidad virtual puede ayudar de igual manera, pues se ha demostrado que las personas tienen los mismos cambios positivos en el cerebro y el cuerpo cuando están inmersos en un bosque o una selva, sea simulado o no.

Pero otro de los resultados obtenidos sugiere que el que una persona se vea afectada por el diseño físico de un entorno urbano, depende mucho de sus experiencias y la historia que tenga con ese espacio.

Ellard afirma que aunque estos descubrimientos no son sorprendentes, esto podría explicar las razones por las cuales un turista puede vivir una experiencia totalmente diferente en una ciudad que la que experimenta una persona que ha vivido ahí siempre.

Así que la próxima vez que necesites relajarte y no tengas un parque cerca, parece una buena idea tener una plantita en tu escritorio, o incluso puedes poner de fondo de pantalla en tu computadora la imagen de un paisaje natural. No será lo mismo, pero sentirás alivio.

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