Normalizan temas LGBT+ en el cine
Aunque es una película de ciencia ficción y fantasía, los protagonistas de Breve historia del planeta verde explican que esta cinta refleja la vida de una mujer trans y cómo se acentúa la discriminación que vive en la sociedad; el filme ganador del Teddy Award en Berlín se presentó en Morelia y ahora llegará con una función especial a la Ciudad de México
Hidalgo NeiraDespués de años de ser discriminada y de sufrir el rechazo de su padre, Romina Escobar pudo convertirse en la mujer que deseaba ser. La ahora actriz admite que en Argentina, su país natal, las legislaciones han cambiado para dar apertura a la comunidad LGBT+; sin embargo, todavía falta el mayor paso, que la sociedad realmente acepte a la gente trans.
“Faltan montones de cosas, se está peleando ahora también por el cupo laboral trans, para que las empresas y la gente que contrata tengan en cuenta a estas personas que estudian y hacen cosas, y que podemos trabajar como cualquier otra persona”, indica Escobar, en entrevista con Reporte Índigo.
La artista visitó México junto a su compañero actoral Luis Sodá para promocionar Breve historia del planeta verde, película dirigida por Santiago Loza, que fue presentada en la Berlinale de este año y ganó el Teddy Award, otorgado a producciones LGBT+.
Esta cinta fue la producción de apertura en el Festival Independiente de Cine de Diversidad Sexual y Género de Morelia Cuorum en octubre pasado, y tendrá una presentación especial el próximo domingo 10 de noviembre en Cinemanía Loreto, a las 18:00 horas, en la Ciudad de México.
Así como el largometraje de Loza, en 2017 la cinta chilena Una mujer fantástica también se coronó con el Teddy, llegando incluso a las grandes ligas del séptimo arte al obtener un Oscar en la categoría de Mejor Película en Idioma Extranjero.
Los protagonistas de Breve historia del planeta verde explican que con el cine se está logrando una mayor normalización entre la sociedad con respecto a la comunidad LGBT+.
Por su parte, Sodá refrenda y continúa la idea de Escobar, de que en Argentina se necesita permear a la sociedad con una inclusión de género, compromiso que ahora deberá llegar con el presidente electo Alberto Fernández.
“Falta empatía de la sociedad al respecto, porque sí hay leyes, pero todavía se ven ataques homofóbicos, transfóbicos, gente golpeada y muerta; entonces, creo que sí falta esa empatía. Avanzamos, está el tema, pero falta todavía”, explica el actor.
A romper los moldes, más que una película LGBT+
El largometraje Breve historia del planeta verde se distingue por tener un argumento peculiar, Romina interpreta a Tania, quien se entera que su abuela fallece en la zona rural gaucha, por lo que es acompañada por sus dos amigos, Pedro (Sodá) y Daniela (Paula Grinszpan), para visitar la residencia de la mujer difunta, ahí se encuentran con una situación que reta a la realidad.
Sin caer en revelaciones de la premisa de la cinta, tanto Sodá como Escobar concuerdan que esta es más una película de ciencia ficción que de temática LGBT+, que ocurre además en los confines del llamado fin del mundo, en Ushuaia, tierra de fuego.
“Nuestra película creo que no apunta sólo al colectivo LGBT+, sino que es una historia que la pudo haber hecho cualquier otro actor o actriz, dio la casualidad que lo hicimos nosotros y no se centra con el género o diversidad como eje de partida, esto es un condimento más a esta historia de tres amigos”, refrenda Escobar.
A raíz de que visitan la casa de la abuela, el trío se alista para hacer un viaje hasta el área más austral de América, porque deben cumplir la última voluntad de la anciana, lo que desencadena un suceso sobrenatural.
“¿Es una película de ciencia ficción? Yo creo que sí, lo que pasa es que también la manera en que estos personajes se toman ese elemento de ciencia ficción, tampoco es un cliché, no es algo que sorprenda por demás, es la misión que tienen que cumplir y tiene que ver con el género”, platica Sodá.
Aunque no predomine en su mayoría el tópico LGBT+, sí suceden situaciones de riesgo y discriminación en la película, Escobar cree que el cineasta guardó la proporción idónea para resaltar este tema y no dejar que este acaparara el resto del arco en la ficción.
“Me parece que está bueno que se vea eso (la homofobia), porque es lo que existe y me ha pasado a veces con compañeros del colectivo que me dicen ‘¿porqué estigmatizar a las personas?’ y digo ‘porque existe’ y está bueno que pase y poder deconstruir eso, poder romper con esos tabúes y formas del otro de mirarnos”, dice Romina Escobar.