“La violencia con armas se puede prevenir”, así lo asegura un video de dos minutos y 20 segundos de la escuela Sandy Hook que, al igual que México, se vio envuelta en el 2012 en una masacre realizada a estudiantes por un joven de 20 años.
El saldo, 28 muertos, entre ellos la madre del autor y el perpetrador, los demás eran menores de edad.
En el clip se muestra la historia de dos estudiantes que entablan una amistad a través de recados que dejan en la mesa de la biblioteca. Pudiera parecer que es el relato de una canción con imágenes, pero en el trasfondo -que pocos ven-, se muestra la planeación de un joven para matar a sus compañeros, dejando una marcada sensación de incomprensión y soledad.
No sólo es parte del mundo
Lo que parecía un lejano escenario de lo que se repite en nuestro vecino del norte se convirtió el pasado miércoles 18 de enero en una realidad en el Colegio Americano del Noreste en Monterrey, N.L., México. Ese día, la terrible noticia del desafortunado evento remplazaba los titulares en los medios a nivel mundial, como The New York Times, The Guardian, CNN, Forbes y la lista es larga.
La difusión del video de una cámara de seguridad en redes sociales y su propagación por Internet fue mal vista por la sociedad, incluso autoridades iniciaron la búsqueda de la persona que lo filtró, de acuerdo con Aldo Fasci, vocero de seguridad de Nuevo León.
La información del gobierno de esa ciudad se percibía como engañosa, al menos eso aseguran expertos. Nadie decía la verdad. Y más allá del terrible hecho, el clip difundido mostraba la realidad por la que atraviesan los niños en la actualidad.
“Los hemos puesto tan seguros que no los dejamos vivir. Los encerramos en una cápsula en la que ni siquiera entramos. Preferimos medicarlos para hacerlos tranquilos en lugar de darles atención. Les damos a manos llenas lo material, pero no nos sentamos a platicar”, afirmó uno de los expertos.
Y puntualizó que “No sólo a ellos los alcanzó una tecnología que los llega a rebasar, lo material y lo innovador creo una falta de atención y un hueco al educar”.
El video de Sandy Hook muestra parte de lo que se pudo observar en Monterrey y en todo México en general, algo que a nadie parece interesarle.
De un día a otro todos protestaban por las imágenes, pero de haber notado qué era lo que le sucedía al muchacho, ¿se pudo llegar a evitar?
Entre el odio y la violencia
Los niños están viviendo en un mundo de odio y de violencia, también en un encierro que no les permite experimentar su individualidad. Están en busca de modelos que les causen seguridad y al creer encontrarlo lo siguen con fidelidad.
Si es completamente cierto lo que se nos proyecta en el video de Sandy Hook deberíamos estar igual de preocupados por prestar más atención a lo que los mexicanos llamamos “el futuro del país”, ¿es acaso que nos hemos convertido en seres indiferentes?