No solo es por comer
El 30 por ciento de la población mundial tiene sobrepeso y obesidad, de acuerdo a un reporte divulgado por The New England Journal of Medicine (NEJM).
La República Mexicana ocupa el segundo lugar de obesidad a nivel mundial, después de Estados Unidos, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Pero de los países de América Latina, México sí lidera la lista con el primer puesto en los casos registrados de dichas enfermedades.
Mariale Espinoza
El 30 por ciento de la población mundial tiene sobrepeso y obesidad, de acuerdo a un reporte divulgado por The New England Journal of Medicine (NEJM).
La República Mexicana ocupa el segundo lugar de obesidad a nivel mundial, después de Estados Unidos, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Pero de los países de América Latina, México sí lidera la lista con el primer puesto en los casos registrados de dichas enfermedades.
Según la Secretaría de Salud, el 71.2 por ciento de la población adulta en el país tiene sobrepeso u obesidad.
Además, actualmente hay 4.2 millones de mexicanos con obesidad mórbida –un 16.6 por ciento más que hace cuatro años–, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut).
Y aunque gran parte de los casos de mexicanos con dichos problemas se debe a malos hábitos alimenticios y ritmos de vida poco saludables, además de factores genéticos, lo cierto es que también influye en gran medida la prevalencia a males como el síndrome metabólico (SM).
El SM es un grupo de distintas condiciones que aumentan el riesgo de desarrollar problemas cardíacos y diabetes tipo 2. Entre ellas están tener glucosa alta en la sangre e hipertensión arterial.
Los factores de riesgo del SM son el envejecimiento, propensión genética, estrés y falta de ejercicio.
Obesidad + SM
Recientemente, un grupo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) de la Universidad de Girona, España, dieron a conocer un estudio en cuyos resultados se establece que sí se puede “predecir” y por ende prevenir el desarrollo de este problema, pese a que hay predisposición genética de por medio.
O al menos así lo determinaron los expertos del CIBERESP.
Y lo más esperanzador es que para predecirlo solo se necesita lo siguiente: “cambiarse el chip”.
Sí, con cambiar el estilo de vida se puede prevenir el desarrollo de este tipo de males que afectan a la población en México y no solo a nivel salud, también en cuestiones sociales, educativas y económicas.
“Los componentes relacionados con la presión arterial y el metabolismo de la glucosa son predictores tempranos del riesgo de desarrollar el primer episodio de SM, pero su posterior asociación con los componentes de la dislipidemia es crucial, por lo que promover cambios en el estilo de vida reduciría también las condiciones asociadas con la persistencia del síndrome metabólico”, señalaron.
Y es que antes de este estudio era desconocida la “dinámica” del síndrome metabólico y sus componentes, tales como el orden de la aparición, si se presentó antes o después de la presión arterial alta, por ejemplo, mencionó el CIBERESP. Lo cual es clave para la prevención y tratamiento.
El estudio del CIBERESP tuvo siete años de duración.
Cambiar el chip
Tal vez suene muy sencillo el que un cambio en el estilo de vida sea la clave para la prevención de este tipo de problemas, pero también es cuestión de cambiar la mentalidad y de ejercer acciones para aumentar la expectativa y calidad de vida de los mexicanos.
Sobre todo si se toma en cuenta que el 40 por ciento de la población del país padece síndrome metabólico, de acuerdo a la Secretaría de Salud.
Y que el 27 por ciento de los habitantes en México tiene predisposición a ser obesos, en comparación con otras naciones del mundo, de acuerdo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cambiando hábitos
Para disminuir el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, se recomienda lo siguiente:
>> Llevar una dieta balanceada (rica en frutas, verduras, carne blanca, cereales y frutos secos).
>> Evitar tener niveles altos de colesterol, triglicéridos y de azúcar.
>> Practicar ejercicio y/o actividad física diariamente (30 minutos al día).
>> No tomar alcohol (o beberlo de manera moderada).
>> Eliminar hábitos como tabaquismo.
>> Alejarse del estrés y la ansiedad.