“Como mexicano, como latinoamericano, como trabajante migrante, como ser humano, me opongo ante cualquier muro que quiera separarnos”, pronunció el mexicano Gael García Bernal inmediatamente al tomar el estrado y presentar los premios a Mejor Corto y Mejor Largometraje Animados, siendo uno de los discursos más directos en contra de las políticas de Donald Trump, quien al parecer no observó la entrega de preseas el domingo por la noche.
Sin frenar su discurso e impulsando a que los nominados de la noche tomaran el micrófono para hablar de las políticas tomadas por el ahora presidente de los Estados Unidos, el conductor de la premiación Jimmy Kimmel inmediatamente iniciada la transmisión lanzó críticas a manera de comedia en su discurso de apertura en los Premios Oscar.
Y aunque los premios empezaron a caer en manos extranjeras, o de personas de color como fue el caso de los actores de reparto para Viola Davis y Mahershala Ali, los pronunciamientos al aceptar los galardones se mostraron tibios en respecto al mandatario de la Oficina Oval.
El ganador al Oscar por Mejor Maquillaje Alessandro Bertolazzi no desaprovechó el estrado para expresar “Esto es para todos los inmigrantes”, en un inglés de marcado acento italiano.
Cuando llegó el momento para la categoría de Mejor Película de Lengua extranjera, la presea recayó en el director iraní Asghar Farhadi quien se abstuvo de ir a la premiación debido al veto que la presidencia de Trump marcó para países de Medio Oriente.
“Mi ausencia es por respeto a la gente de mi país y a los de las otras seis naciones a las que se les han faltado el respeto con la inhumana ley que prohíbe su entrada como inmigtantes a los Estados Unidos. Dividiendo el mundo en las categorías ‘nosotros y nuestros enemigos’ crea miedo, una justificación engañosa para la agresión y la guerra”, expresó el cineasta en un comunicado el cual fue leído por Anousheh Ansari la primera mujer iraní en ir al espacio.
Más entrada la premiación, Kimmel se atrevió a mandarle tuits al presidente republicano en vivo ya que dijo sentirse preocupado de que el también empresario tenía horas de no usar la red de 140 caracteres.
En menos de tres minutos de haber lanzado los mensajes “Hey @realDonaldTrump ¿qué pasa?” y “@realDonaldTrump #Merylsayshi (#Meryldicehola en español)” lograron más de 100 mil retuits y Likes.
Kimmel no paró en toda la noche para aprovechar los momentos en los que Trump ha causado controversia en su mes de presidencia, recordando situaciones como la de su comentario reciente de un conflicto inexistente en Suecia, o la crítica al manejo de las noticias durante la administración republicana ya que el conductor invitó a que los medios aliados a Trump dejaran la sala de los Premios Oscar.
“Si usted es de CNN o de Los Ángeles o The New York Times, si usted trabaja para cualquier cosa con la palabra ‘Times’, incluso como Medieval Times, les pido que abandonen el edificio ahora mismo ¿ok? No tenemos tolerancia para noticias falsas, amamos los bronceados falsos pero no las noticias falsas”, bromeó el presentador durante la ceremonia.
Jimmy Kimmel: sin pelos en la lengua
Rompiendo toda tradición en la que antes los presentadores hacían un video parodiando a las películas nominadas de la noche, en esta ocasión la ceremonia inició con un número musical a cargo de Justin Timberlake quien cantó “Can’t stop the feeling” canción por la que estuvo nominado, y después pasó el micrófono al maestro de ceremonias de los Premios Oscar, Jimmy Kimmel.
La comicidad del conductor estadounidense se embolsó la risa de los presentes casi de manera inmediata al entrar en escena, y el discurso indirecto hacia Donald Trump y la política estadounidense no tardó en llegar, donde Kimmel expresó “La ceremonia se está transmitiendo en vivo a 225 países que ahora nos odian” y rompieron las carcajadas de los asistentes.
Kimmel continuó con el discurso diciendo “Debo agradecer al presidente Trump ¿Recuerdan el año pasado cuando los Premios Oscar parecían racistas? Eso se acabó, denle las gracias a él” recordó el también comediante de manera sarcástica.
Mientras ocurrió la premiación hollywoodense, el presidente Trump se reportó como ocupado en la cena de gobernadores, al menos es lo que la secretaria de prensa de la Casa Blanca Seas Spicer comunicó a los medios.
Otro de los momentos de crítica hacia la presidencia fue cuando apoyó por completo a Meryl Streep a que se le diera una merecida salva de aplausos, recordando cuando Trump se burló de ella diciendo que era una actriz sobrevaluada.
“Todo el mundo por favor únase conmigo para darle una ronda de aplausos totalmente inmerecidos a la sobrevalorada Meryl Streep. Vamos a divertirnos esta noche, espero que nos divirtamos, hermoso vestido por cierto (Meryl) ¿es acaso un Ivanka?”, dijo burlonamente en torno a la ropa diseñada por la hija de Trump que fue retirada de circulación de una departamental estadounidense recién iniciada la presidencia del magnate.
Además el presentador no desaprovechó la oportunidad de hacer una edición especial de su sección predilecta en su show nocturno, la cual se titula “Mean tweets” (Tuits malvados en español) en donde invitó a celebridades como Robert De Niro, Jessica Chastain, Emma Stone, Ryan Gosling, Miles Teller, entre otros a leer mensajes en 140 caracteres que les hacen burla a su persona o actuaciones a cuadro en la industria cinematográfica.
Batalla declarada a Damon
Al encarar a su “enemigo” en el mundo del espectáculo, Matt Damon lo topó en burlas en torno a cómo dejó la oportunidad de dirigir y actuar “Manchester by the sea”, y le cedió la oportunidad a Kenneth Lonergan y Casey Affleck, respectivamente.
“Luego hizo una película china con cola de caballo y en esa cinta ‘La gran muralla’ pasó a perder 80 millones, qué buena jugada, idiota”, ironizó Jimmy Kimmel.
Las bromas entre Damon y Kimmel siguieron, como cuando el conductor paseaba entre los pasillos del Teatro Dolby y el histrión le puso el pié al presentador para que este tropezara o cuando el actor presentó junto a Ben Affleck el premio a Mejor Guión Original y Kimmel le interrumpió con música.