Pablo Piccato, Indaga en la infamia nacional

Con un estudio y análisis de los criminales en México, el profesor Pablo Piccato cuenta en el libro Historia nacional de la infamia sucesos que marcaron al país y que siguen repercutiendo por su impunidad en la política actual

Ir tras las huellas de la impunidad en México es indagar en lo más oscuro de la historia del país, es recorrer un camino lleno de argucias legales y de manipulación de hechos que, posiblemente, lleve al hallazgo de infamia y terror sociopolítico. Así lo vivió, en 2010, el profesor de Historia en la Universidad de Columbia, Nueva York, Pablo Piccato, al descubrir cómo es que México ha sido moldeado en torno a sus desigualdades.

Publicado originalmente en inglés en 2017 por la Universidad de California, ahora llega traducido al español Historia nacional de la infamia, un ensayo académico, pero con un lenguaje cercano al lector, que desglosa a profundidad estos errores y horrores del pasado

“Mi intención al escribirlo también era alcanzar a un público más amplio, que tuviera alfabetismo criminal, es decir, gente que entendiera los problemas contemporáneos del crimen en México y pudiera conectar lo que yo digo sobre la historia del crimen en México y la impunidad con el presente”, explica Piccato, en videollamada desde Manhattan.

Pablo, quien también es seguidor de la ficción policíaca, la novela negra y las narrativas del crimen hechas en México, agrega que en los capítulos finales de su libro ahonda en estos temas para acercarse más al público lector, tomando como ejemplos a la escritora María Elvira Bermúdez, al dramaturgo Rodolfo Usigli y al cineasta Juan Bustillo Oro, entre otros.

“La otra cosa que tal vez permita que el libro llegue a más lectores es que la manera en que la gente aprendía sobre el crimen y lo discutía era en narrativas, en historias de crímenes famosos y personajes, por eso los últimos capítulos del libro son sobre novelas”, comenta el autor mexicano en entrevista con Reporte Índigo.

Historia nacional de la infamia es publicado por la editorial Grano de sal, con una traducción hecha por Claudia Itzkowich, que en palabras del profesor “escribió” mejor en español esta versión que como él lo hubiera hecho.

Pablo Piccato tomó como ejemplo a la escritora María Elvira Bermúdez, al dramaturgo Rodolfo Usigli y al cineasta Juan Bustillo Oro

La rutina de la impunidad retratada por Pablo Piccato

Para el profesor que radica en Nueva York, la desigualdad en la justicia en México crece no sólo desde la política y las altas esferas, ya que es una normalidad que también opera desde lo más bajo del escalafón burócrata; entonces, esta fuerza comprime y presiona para que se vuelva una constante en el entorno.

“Lo que yo pude haber observado en la historia de la impunidad en México es que se construye desde abajo y desde arriba, viene desde los liderazgos políticos, pero también es una rutina, es la forma en la que funciona el ministerio público, la forma en la que los policías interactúan con los vendedores en la calle, es algo que no podemos entender de arriba hacia abajo, porque son múltiples niveles”, explica Piccato.

Creer que el gobierno federal puede resolver la impunidad, como si fuera un problema político, es algo que está mal encausado, según el especialista, ya que el problema está enraizado desde la médula operativa de todo el aparato judicial mexicano.

El problema de la impunidad atraviesa el funcionamiento de todo el sistema judicial y policial y eso no se puede reformar de un día para otro, lleva tiempo. Obviamente hay intentos sistemáticos de atender los problemas, pero la idea de que hay una solución mágica que de un día para otro va a eliminar la corrupción y la impunidad es una fantasía
Pablo PiccatoProfesor de Historia

Enjuiciar a los presidentes

Latinoamérica poco a poco va aprendiendo de su pasado, y las demandas sociales llegan a los tribunales, al menos en Guatemala, Brasil y Argentina, donde expresidentes como Efraín Ríos Montt, Lula da Silva y Cristina Fernández de Kirchner, respectivamente, se les han iniciado procesos judiciales.

En este aspecto México se ha visto retrasado, nunca se ha llevado a un expresidente ante la justicia, por lo que Piccato opina que se debe a que hasta antes del 2000 imperaba el priismo, lo que garantizaba su protección.

“Había una especie de respeto, de inmunidad histórica, pero como tú lo señalas, no puede haber inmunidad para nadie, si alguien se le comprueba que cometió delitos, debería tratársele como a cualquier otro ciudadano”, afirma el académico.

En torno a lo sucedido en Brasil con Da Silva, Piccato señala que este juicio se dio en un marco de revanchismo, además de que judicialmente hubo una manipulación para politizar el problema con el expresidente, por lo que cree que en México se tiene que ir con cautela, así que es necesario indagar con profundidad en los casos.

“Es muy delicado simplemente empezar a enjuiciar a gente de los gobiernos anteriores si las investigaciones no están bien hechas, bien documentadas y completamente independientes de influencias políticas”, puntualiza.

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