Pan, Circo y Diego Luna llegan a Amazon

El actor mexicano participa como moderador en su propia serie de Amazon, donde aborda temas como la despenalización del aborto y la legalización de las drogas, y aunque especialistas aseguran que debió ser una persona especializada en estas problemáticas quien condujera, admiten que el también productor hizo un buen papel, demostrando que es alguien preocupado por la sociedad mexicana
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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En la cocina de su casa, el actor Diego Luna aparece preparando una sopa de hongos y una lasaña. Se alista para prender su computadora y empezar a hablar de las problemáticas sociales, políticas y económicas que ha traído consigo la pandemia por COVID-19.

Pero no hablará de este tema solo, ya que invitó por videollamada a diferentes especialistas. Así comienza Pan y Circo (Amazon Prime, 2020), serie en la que el también productor pone sobre la mesa un tema para que, en compañía de un plato de comida, se intercambien ideas.

Durante cada episodio, es Luna quien se encarga de modular en la mesa. Crónicas de la pandemia y sus consecuencias, la legalización de las drogas, la violencia de género, el medio ambiente y la despenalización del aborto son los temas con los que comienza este proyecto. “Yo ya puse el pan, ahora a ustedes les toca poner el circo”, asume el actor.

Para el maestro Fernando García Aguirre, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, con especialidad en televisión, moderar un programa como Pan y Circo era desde un inicio riesgoso, pues debía estar a cargo de una persona consciente e interesada, que pudiera hablar junto con los participantes de temas bastante relevantes.

“Programas como este no pueden ser abordados por cualquier persona, debe ser gente que tenga una postura clara y con la capacidad de empaparse de las diferentes temáticas”, dice el académico

Diego Luna ha sido uno de los artistas mexicanos que más han estado relacionados con la concientización social, desde que se unió al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2015

A partir de ahí, se ha involucrado en otros temas, como la Ley de Seguridad Interior, a la cual, junto al colectivo Seguridad sin Guerra, pidió realizar audiencias públicas ciudadanas.

“Luna es un tipo interesado por lo que pasa en la sociedad mexicana, y aunque puede que no maneje con exactitud y puntualidad todos los temas que se hablan en la serie, que son muy amplios, sí refleja desde el primer episodio que no hay tanta aceptación con el gobierno federal actual”, opina Eder Nieto, académico de la Universidad La Salle.

En el primer episodio de Pan y Circo, uno de los temas más atacados es el Tren Maya, pues, de acuerdo con una de las invitadas, la bióloga Julia Carabias, devastará gran parte de la ecología nacional.

Además, durante los capítulos se expone el desinterés del presidente Andrés Manuel López Obrador por temas como la ecología o la despenalización del aborto, asunto del que prefiere no discutir “para no hacer escándalo”.

“En general, su papel me pareció mesurado, permite a los invitados exponer sus problemáticas, sus ideas; es un conductor amable, no es protagonista, no arrebata la palabra como muchos comunicadores lo hacen”, resalta García Aguirre sobre Diego Luna.

Un acto de amistad

A excepción del primer episodio de Pan y Circo, en el cual todos los participantes están transmitiendo vía streaming desde sus casas, en los demás están sentados en una mesa larga, compartiendo los alimentos que diferentes chefs, como Enrique Olvera, les van proporcionando.

En cada capítulo aparecen en un escenario diferente, y aunque no se detalla el lugar en que se ubican, lo más destacable son las mesas o los comedores, donde todos brindan y alzan la voz.

En entrevista con Reporte Índigo, tanto Fernando García Aguirre como Eder Nieto destacan la importancia de este concepto, el cual busca acercar a los personajes a una comida entre amigos y, desde ese punto, debatir.

“En ningún momento se ve que sea un programa improvisado en el que los invitados tengan preparado un guión, al contrario, se ve una estructura bien ejecutada desde cómo están ubicadas las cámaras, las cuales nunca le dan grandeza a ninguno de los invitados y mucho menos a Luna”, dice el también fundador de la casa productora Materializando Sueños, Eder Nieto.

Asimismo, García Aguirre puntualiza que el concepto de la serie es espléndido, pues intenta destacar que es la mesa uno de los lugares más apreciados de una casa y de las familias, pues ahí es donde se comparte la comida y, en cierto sentido, la intimidad.

Para él, el que a Luna se le haya ocurrido crear un concepto similar es muy bueno, pues se sabe que cuando una persona invita a otra a su casa a comer es sinónimo del aprecio que se le tiene.

“Es un buen concepto, la producción es fina, y hay muchos detalles que aparentemente no están, no existen, pero que persisten, como la iluminación, los colores y los brillos frente a la cámara”, señala Diego Luna.

La voz del ciudadano con Diego Luna

En cada episodio de Pan y Circo se presentan en pantalla a personajes como Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia; Miguel Ángel Osorio Chong, exsecretario de Gobernación; y Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud federal, entre otros.

Y aunque para los especialistas es destacable su presencia en el proyecto, pues abordan los temas desde un análisis más detallado, sugieren que exista otro programa similar en el que los invitados sean los ciudadanos, gente que vive día a día las problemáticas del país.

“Un pero a esta serie es que le da espacio a los que supuestamente saben del tema, a los expertos, pero ¿y la gente de a pie, la gente común y corriente cuándo va a tener un espacio para expresarse?”, cuestiona el académico Fernando García Aguirre.

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