Más allá de compartir el mismo lenguaje y continente, México y Perú tienen una cosa que hace de estas dos naciones sitios muy importantes a nivel global: su gastronomía. De eso se dio cuenta Ingrid Yrivarren, una mujer de origen peruano, pero con naturalización mexicana.
Desde hace 15 años, Yrivarren ha vivido en México, un país, cuenta, que le abrió las puertas desde el día uno, permitiéndole conocer con el paso del tiempo el nivel de cultura que hay, desde las costumbres, pasando por la actitud de bienvenida que tiene la gente hacia los extranjeros y, por supuesto, su comida.
Y aunque Ingrid estaba en México apreciando lo que veía, comía y sentía, siempre tuvo en mente a su país natal, Perú, nación que ha tenido relación bilateral con este país desde 1823. Debido a esto, en 2007, la también periodista decidió crear una organización, Vive en el Mundo, la cual se encarga de estrechar lazos y crear unión entre países hermanos.
En entrevista con Reporte Índigo, Ingrid Yrivarren cuenta que desde que se fundó la organización, han promovido diversas relaciones bilaterales en diferentes aspectos, como la cultura, el arte y la moda, a través de los festivales Viva México en Perú y Viva Perú en México. Sin embargo, ahora le tocó el turno de celebrar y reconocer a la gastronomía con la publicación del libro México Perú Gastronomías Milenarias.
Para Ingrid, el elemento que ambos países tienen en común, y del cual ella se inspiró para planificar el libro, es el amor indestructible que sienten por sus raíces, por las comunidades que estaban antes de los españoles y, de cierto modo, segmentarán las diversidades gastronómicas que hay hoy en día.
En la publicación, se destacan a 50 grandes cabezas de la cocina, tanto mexicana como peruana, que, señala Ingrid, hacen gala de cultura, conocimiento, sabiduría e innovación. Son 25 cocineros mexicanos y 25 peruanos.
Entre los chefs que decidieron colaborar con Yrivarren aparecen nombres como Enrique Olvera, de Pujol y Jorge Vallejo, de Quintonil; mientas que representando a Perú está Virgilio Martínez, del restaurante Central. Los tres lugares están catalogados por las listas de San Pellegrino entre los 50 mejores del mundo.
Además de tener a chefs reconocidos, el libro México Perú Gastronomías Milenarias también presenta a cocineros de tradición, como Abigail Mendoza, de Oaxaca o Carmen Ramírez, del Bajío; y a representantes de cocinas tradicionales modernas como Susana Palazuelos, Mónica Patiño y Martha Ortiz. Luego, cocinas más jóvenes como la de Gabriela Ruiz y Mateo Salas.
“Cuando pensamos en México Perú Gastronomías Milenarias, dijimos ‘bueno, ¿quién nos hace el prólogo?’ Y pensamos que no había una mejor figura para hacerlo más que Enrique Krauze, y él gentilmente accedió con ello”, confirma Ingrid.
De acuerdo con la peruana, el libro conformó un bonito conjunto de pensamientos y apoyos, además de ganas de que el producto saliera como debía de ser.
Historiadores y antropólogos también fueron parte importante de la publicación, pues en el contenido explican, junto a los expertos en cocina, los orígenes de ambas gastronomías.
Apoyo del gobierno
Aunque tanto la gastronomía de México como la de Perú representan a sus países a nivel mundial, situándose entre las mejores del mundo, la autora opina que de parte del gobierno mexicano hace falta más promoción, apoyo que en su país sí lo hay.
Antes, Lima era una ciudad de paso obligada si se quería visitar Machu Picchu o a cualquier otro destino, sí o sí tenían que parar para tomar la conexión, asegura la autora. Pero hoy en día, el turista va al país latino y mínimo se queda dos días en la capital única y exclusivamente para comer.
“En el caso de México, siendo un país tan rico, y que recibimos tanto turismo internacional constantemente, recorriendo nuestras maravillas alrededor de todo el Estado, creo que en ese sentido se debería apostar por nuestra gastronomía, porque con lo maravillosa que es, habría que potenciarla más”, dice Yrivarren, en entrevista.
De acuerdo con la también Miss Perú Mundo 1992, habría que hacer un enfoque mucho más grande a los productores, cocineros y a todos los proyectos gastronómicos mexicanos, para potenciar la imagen del país y demostrar que México, más que sólo tener burritos o quesadillas, ofrece bondades gastronómicas inigualables que sólo encuentran las personas que viven en el territorio azteca.