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La piedra volcánica y su impacto en la Ciudad de México serán motivo de reflexión en el Museo Experimental El Eco. A partir de dos proyectos, los visitantes podrán contemplar cómo la mancha urbana se ha ido apropiando y adaptando al territorio de la capital del país.
Uno de ellos es el ensayo fotográfico de Pablo López Luz, Piedra volcánica, que muestra diferentes lugares de la Ciudad de México y que alude a la tensión formal entre naturaleza y urbanización. El otro, Decir densidad mineral, es un conjunto de obras de Beatriz Zamora.
El proyecto de López Luz incluye una instalación de 52 fotografías que hacen referencia a lugares que se distinguen por dar evidencia de las tensiones de la naturaleza con el desarrollo arquitectónico. Lo que se puede apreciar en dichas imágenes es el testimonio de cómo la mancha urbana se ha ido adaptando a las condiciones muy singulares de la periferia, en el caso muy particular del Pedregal.
Este recinto cultural es una de las arquitecturas más relevantes de los años 50 en México, un periodo de desarrollismo que tiene como punto de análisis las diferentes estrategias con respecto a la industrialización del país, por lo que mostrar el ensayo fotográfico en sus instalaciones adquiere un mayor significado.
El trabajo de López Luz estará enriquecido con archivos de diferentes artistas que han tomado el tema del volcán y de la piedra volcánica como un referente para su producción, por ejemplo, habrá obras de David Alfaro Siqueiros, Dr. Atl, Lucas López, Arno y Bruno Brehme, además de otros tipos de documentos alusivos a estos relatos de la conquista del Pedregal en diferentes momentos de la historia del arte en México.
Frente a ello, estará Decir densidad mineral, de Beatriz Zamora, que es una muestra pictórica que refleja los 40 años que la artista se ha dedicado a estudiar el negro en su proyección visual.
“Todo el trabajo pictórico de Zamora no es convencional sobre lienzo, sino más bien es la apropiación mineral y material de elementos para generar superficies pictóricas. Dentro de su reflexión sobre la naturaleza, su producción artística sería el contraste con la de López Luz, entendiendo más bien a la imagen pictórica como un medio de reflexión del Universo y la del material mineral como un punto de coincidencia con los diferentes tipos de producción de los imaginarios en la historia del arte”, asegura el curador.
En el caso del trabajo de López Luz, comenta Miranda, el horizonte es muy importante, porque es un punto de partida de la escala humana y de referencia para los imaginarios, mientras que en el de Zamora, justamente es lo opuesto, porque elimina la línea del horizonte para entender un punto de percepción con el cosmos.
“Goeritz dejó muy en claro las posibilidades de afectación que el abuso de los recursos naturales y del exceso del consumo industrial iban a dejar y que hoy son tangibles. En ambos proyectos podemos darnos cuenta de esas tensiones entre las relaciones hombre-naturaleza, hombre-entorno y hombre-territorio, en este momento, en donde en la ciudad todavía seguimos tratando de conquistar y ganarle terreno a lo natural, para poder seguir siendo modernos. Hace muy poco hubo una discusión sobre cancelar un lago en Texcoco para tener un aeropuerto”, afirma Miranda
Lo anterior, para ellos, demuestra que la discusión entre lo natural y lo urbano sigue vigente, así que la muestra será un punto de partida y de análisis, a partir de la plástica, que se le propone al público del museo.
El programa anual El animal herido culminará con la reunión de diversos artistas que trabajarán en torno a la obra de Mathias Goeritz.
La historia de la ciudad
Pablo López Luz durante un año transitó la ciudad en bicicleta para poder tomar fotografías y armar Piedra volcánica, un proyecto que se ideó específicamente para el Museo Experimental El Eco y que básicamente es un recorrido a través de la historia de la capital de México.
El fotógrafo, tomando el tema de ese material como hilo conductor, encontró dónde estaba esta piedra y se dio cuenta que se encontraba desde el inicio del volcán, en los sitios prehispánicos, en el Pedregal, en la UNAM y en el Centro Histórico. Es decir, es un material que se usó en los ladrillos de tezontle, en el modernismo y en la arquitectura contemporánea.
“Originalmente es el hombre yendo hacia el material para la construcción, y encontraron un material que les funcionaba perfectamente bien por varias cualidades. Más adelante, quizá, en tiempos del modernimso mexicano y de este sueño idílico, la construcción del Pedregal qué tanto es una relación entre el mundo natural, el hombre y la civilización o una imposición de la civilización a construir en este espacio”, opina el fotógrafo.
El número de imágenes que forman la muestra es muy específio para los muros del museo, por lo que López Luz pretende crecer el ensayo y luego hacer una publicación.
Piedra volcánica y Decir densidad mineral se inaugurarán el sábado 26 de enero, a las 13:00 horas, y estarán exhibidas hasta el 24 de marzo de este año.