Pimperl, una reflexión desde la moda

Pimperl es una marca de ropa que utiliza el arte como medio de expresión para conectar con la gente. Además, integra la sustentabilidad y el comercio justo para combatir las problemáticas ambientales que existen dentro de la industria textil
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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La popular historia de lealtad entre Wolfgang Amadeus Mozart y su perro Pimperl inspiró a un colectivo para crear una marca de ropa sustentada en tres pilares: el amor al arte, la moda sustentable y el comercio justo.

Por lo que Pimperl, nombre de esta marca, busca aportar un cambio mitigando las problemáticas ambientales que existen dentro de la industria textil, que es la segunda más contaminante del mundo y mantiene a 71 millones de personas trabajando en condiciones inhumanas y de esclavitud.

Por ello, sus prendas están fabricadas con materiales como algodón reciclado u orgánico, bambú y Tencel. Además, comisionan obras de arte contemporáneo que posteriormente son bordadas a mano por artesanas del Estado de México.

Todo comenzó, cuenta Carlos Toledo, director ejecutivo de Pimperl, en 2018, cuando empezaron a planear una marca de ropa con la finalidad de difundir arte y conectar a las personas con las obras de los artistas. La primera idea era hacer playeras serigrafiadas, pero todo cambió al investigar, al buscar opciones de proveedores.

Sus prendas están fabricadas con materiales como algodón reciclado u orgánico, bambú y Tencel

En ese camino se encontraron con todas las problemáticas de la industria textil, en específico del fast-fashion, como que es la segunda más contaminante del mundo, que genera demasiado CO2, que contamina el agua, que tala millones de árboles y que explota laboralmente a millones de personas.

“Nos dimos cuenta que no queríamos ser parte de eso, buscábamos, por una parte, conectar arte con las personas, pero no hacerlo a costa del medio ambiente o de otras personas”, explica Toledo, en entrevista con Reporte Índigo.

En esa transición, entraron a un programa para el desarrollo social de la Ciudad de México, donde trabajaron la idea y fusionaron elementos para combinar el arte, la moda y la sustentabilidad, de una manera ética.

“Durante este programa empezamos a investigar sobre materiales y proveedores, y así fue como comenzamos a desarrollar el producto, hasta que después de 9 meses y ya cuando iba a terminar, quedamos en segundo lugar, pero ya teníamos un producto mínimo viable que era sustentable y que tenía arte incorporado”, recuerda Carlos.

El equipo tenía planeado lanzar la marca en enero de este año; sin embargo, se les presentó la oportunidad a finales del 2019 de hacer una colaboración con Esto es Tulum, por lo que decidieron sacar una preventa de su primera colección Obertura, al mismo tiempo que desarrollaban el trabajo con el festival.

“Regresamos de esta colaboración y conocimos a una persona de una galería de la Ciudad de México, quien se entusiasmó mucho con el proyecto y nos invitó a utilizar su espacio. Ya teníamos fecha programada para el 2 de abril y pues que empieza el coronavirus”, cuenta el director ejecutivo.

Lo único que se les ocurrió fue usar los medio digitales que existen, lo que tenían a la mano para realizar el lanzamiento, porque de ninguna otra manera sería posible. Así, comenzaron a generar estrategias para conectar con los clientes, a generar muchas ideas, porque el público, debido al confinamiento, estaba migrando a un mundo más digital.

Pimperl busca aportar un cambio mitigando las problemáticas ambientales que existen dentro de la industria textil

La primera colección de Pimperl

Pimperl se encuentra presentando su primera colección, Obertura, la cual cuenta con cuatro piezas únicas (un jumpsuit, un vestido de dos piezas, una túnica y una camisa) inspiradas en Cuatro Ciénegas, Coahuila, lugar que es vestigio del inicio de la vida.

“Nos inspiramos en ese lugar donde se ha encontrado que la vida comenzó, realmente es muy interesante, por lo que comenzamos a investigar cómo había sido y sí, tal cual, ahí hay ADN de todo, te platica mucho de cómo fue que se desarrolló la vida y te dice que los organismos unicelulares empezaron a acomodarse en escaleritas y los más fuertes reciclaban los elementos que ya no necesitaban para los de abajo”, platica Toledo.

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Artesanas y una familia maquilera al sur de la Ciudad de México se benefician de esta marca

Esas dos cualidades de los organismos unicelulares al equipo le hablaron de dos conceptos; primero, de la colaboración entre seres que podría considerarse que no son pensantes, y, segundo, del reciclaje.

“Ahí fue que, con toda esta parte artística, decidimos llamarla Obertura, porque en Cuatro Ciénegas puedes comprobar que fue la obertura de la vida, como una obertura de una sinfonía o de una obra de teatro”, asegura el también músico.

Además, la tela que utilizaron fue algodón regenerado, así que el color los llevaba a pensar en las Dunas de Yeso, que están en Cuatro Ciénegas y que tiene pequeños arbustos repartidos por varias partes; entonces, cuando veían la prenda con el bordado, se reflejaba aquel paisaje.

“Realmente era nuestra primera colección y estaba inspirada en un lugar donde se comprobó que había iniciado la vida; entonces, hicimos esta oda a la vida y a la preservación por sobrevivir”.

Esta colección lo que quiere presentar es una obra, un movimiento donde nosotros estamos naciendo como marca, pero estamos invitando a la gente a un estilo de vida más sustentable a través del consumo responsable
Carlos ToledoDirector ejecutivo

Para el equipo, Obertura se trata de presentar un momento en la historia de la sociedad donde todo está cambiando en beneficio del medio ambiente.

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