¿Por qué quieren ser famosos?
Los famosos que no lo son por un talento son la epidemia del siglo 21. Es imposible no recordar a Paris Hilton y sus frases, no ver la imagen de Kim Kardashian al abrir una revista u olvidar el impacto que tuvo “Big brother” cuando llego a México.
Un estudio de la Universidad de California (UCLA), entrevistó a un grupo de niños de entre 10 y 12 años, a quienes les cuestionó sobre su percepción de la fama. Aunque la mayoría expresó su deseo de ser famoso, “ninguno mencionó una habilidad particular asociada al concepto de fama, como ser excelente en un deporte o la actuación”.
Ana Paulina ValenciaLos famosos que no lo son por un talento son la epidemia del siglo 21. Es imposible no recordar a Paris Hilton y sus frases, no ver la imagen de Kim Kardashian al abrir una revista u olvidar el impacto que tuvo “Big brother” cuando llego a México.
Un estudio de la Universidad de California (UCLA), entrevistó a un grupo de niños de entre 10 y 12 años, a quienes les cuestionó sobre su percepción de la fama. Aunque la mayoría expresó su deseo de ser famoso, “ninguno mencionó una habilidad particular asociada al concepto de fama, como ser excelente en un deporte o la actuación”.
La conclusión fue que estar expuestos de manera constante a narrativas de fama con protagonistas jóvenes –como “Hannah Montana” o “American idol”– y el sentimiento de que tienen una “audiencia” en sus redes sociales, ha vuelto al concepto de fama mucho más accesible de lo que era hace unos años. Es, explica el reporte, “un valor clave y una meta para estos niños”.
Pero está claro que no solo los preadolescentes quieren esta notoriedad. Es por eso que Dara Greenwood, del Vassar College, y un equipo de investigadores de la Universidad Bautista de Ouachita y la Universidad de Michigan, decidieron explorar las motivaciones que nos hacen desear la fama.
Greenwood y sus compañeros encontraron que existen tres: el deseo de ser valorado, el de querer un estilo de vida exclusivo y el de ayudar o enorgullecer a otros a través de la fama.
Cada uno de ellos se asoció con una necesidad humana fundamental. Las primeras dos razones –querer ser valorado y querer una vida extravagante–, tuvieron que ver con la necesidad de pertenecer a un grupo y el narcisismo, respectivamente. La tercera, por su parte, se relacionó a la necesidad de empatizar con los demás.
En el caso de los niños entrevistados en el primer estudio, por ejemplo, la motivación principal sería la primera, pues esa etapa se caracteriza por un fuerte deseo de pertenecer a un grupo.