Una pequeña chispa de fuego puede dar paso a un gran incendio, mismo que se propagaría y destruiría todo lo que está a su paso. Desde vegetación, animales, hasta vidas humanas. Algunos son causados por un rayo, otros por personas que limpian la tierra para cultivar, pero los más comunes ocurren por accidentes. Su intensidad y duración están influenciadas por el tipo de vegetación, la sequedad del paisaje, el clima y la velocidad del viento en la zona de origen.
Ahora, investigadores de la NASA crearon un modelo que analiza los diversos factores climáticos que pueden combinarse en la formación y propagación de incendios. La herramienta Global Fire Weather Database (GFWED) toma en cuenta los vientos, las temperaturas, la humedad local e información satelital para predecir estos desastres.
El modelo compila y analiza varios conjuntos de datos y produce una calificación que indica qué tan probable e intenso podría ser el incendio en un área en particular. Pero también dispone de datos históricos para comprender las condiciones climáticas bajo las cuales se han producido incendios en el pasado.
“En lugar de ver los componentes climáticos individuales, observamos su efecto integral”, explica Robert Field, creador de GFWED y científico del clima en el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
“No es sólo un factor el que provoca que un incendio comience o se propague. Por ejemplo, si una región no ha recibido precipitación normal durante semanas o meses, la vegetación podría estar más seca y ser más propensa a incendiarse. Entonces, si hace viento, un incendio podría extenderse más rápidamente”, agrega el experto.
Para lograr la predicción, GFWED tiene acceso a diferentes fuentes de información, combina datos meteorológicos de varias fuentes.
La temperatura, la humedad relativa y las velocidades del viento provienen del conjunto de datos de la misión MERRA2 de la NASA, de la Global Modeling and Assimilation Office (GMAO). Mientras que los datos de precipitación provienen del Multi–Satellite Retrievals.
“En gran parte del mundo, rastrear los incendios y el humo utilizando los datos satelitales de la NASA, la única forma de obtener una imagen coherente de la actividad del fuego, y nuestros datos meteorológicos de incendios nos ayudan a comprender las causas”.