Etiquetas contra la explotación infantil

En el camino de defender al planeta, preservar sus recursos y luchar contra la utilización desmedida de los mismos para realizar productos que hagan cómoda y feliz la vida del ser humano, hemos olvidado a las personas que contribuyen a crearlos, quienes –sin importar la edad– están detrás de la gran industria del consumismo mundial.

El trabajo y la explotación infantil no son novedad, pero sectores como la agricultura, la construcción y la manufactura dentro de la industria de la moda tienen en su lista manos de niños que ponen en riesgo tanto su vida como su integridad.

En la actualidad, la industria encargada del estilo ha sido criticada por marcas Fast Fashion que utilizan mano de obra barata proveniente principalmente de niños y personas marginadas de la India, Bangladesh y Camboya.

Para contrarrestar la contratación de menores en dichos trabajos, organizaciones inter – nacionales como Children Labor Free han creado etiquetas que reconocen a aquellas marcas que no han empleado mano de obra infantil en ninguno de sus procesos de producción.

Children Labor Free es una asociación de Nueva Zelanda que está comprometida con el cumplimiento social y ético para llevar a cabo rigurosas auditorías e informes en empresas de la industria textil para asegurar que cualquier producto sea “libre de trabajo infantil”.

No es juego de niños

De acuerdo con uno de los últimos informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la explotación laboral de menores en el mundo superó los 168 millones niños en el año 2000, de los cuales 85 millones realizaron algún tipo de trabajo que puso en riesgo su vida.

La agricultura registró cerca 98 millones de niños en situación de trabajo en el mismo año, mientras que en el sector de los servicios y la industria se contabilizaron 54 y 12 millones de niños y niñas, respectivamente.

En América Latina y el Caribe la cifra es trascendental, ya que 13 millones de niños se encontraron bajo las mismas circunstancias laborales.

En México, de acuerdo con el libro “El trabajo infantil en México: Avances y desafíos” de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), se destacó que dentro del período de 2011-2013 la situación de menores trabajando en el país disminuyó en más de 500 mil.

El libro de la STPS también remarcó que el factor de mayor relevancia por el cual un niño comienza a trabajar es la pobreza, además de que la mano de obra de los menores es más barata que la de un adulto activo en el campo laboral.

Por su parte, el Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) señaló en el año 2012 que estados como Chiapas, Nayarit, Puebla, Guerrero y Tabasco registraron una mayor ocupación infantil.

En el país, es la población indígena y los niños en situación de calle, quienes ocupan una gran parte de las estadísticas y la pobreza es el mayor detonante de estas actividades en menores que no se encuentran regidas en ningún tipo de ley.

Menores expuestos

Hoy en día, el incremento del trabajo infantil aumenta aunado a la cantidad de riesgos y peligros físicos que se presentan al encontrarse en una etapa de crecimiento, esto, al ser considerados con ciertas características ideales para la agricultura.

Daños: >> La piel absorbe mayor cantidad de toxinas

>> Debido a su respiración profunda y continua, su sistema respiratorio tiene un mayor peligro de inhalar sustancias tóxicas

>> Su cerebro retiene metales con más facilidad y en mayor proporción que el de un adulto

>> Sus sistemas gastrointestinal, endocrino, reproductivo y la función renal pueden ver afectado su desarrollo al estar en contacto con sustancias tóxicas

>>Pierden más agua al deshidratarse y son menos capaces de retener la orina

>>El esfuerzo físico puede retardar el crecimiento de huesos y articulaciones, ocasionando lesiones en la médula espinal y produciendo otro tipo de deformaciones y discapacidades que serán permanentes

>>Afecta su desarrollo cognitivo y psicomotriz

>> Disminuirá su esperanza de vida al presentar en su cuerpo mayores signos de envejecimiento prematuro