Primero la estética, luego la estructura

Pareciera que nunca se terminará la eterna competencia por ser el más rápido si se trata de un avión, el más ligero si es un teléfono inteligente y el más alto si es un edificio.

De acuerdo al reporte más reciente del  Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), 44 de los 72 edificios más altos de todo el mundo mienten sobre su altura.

Gwynn Guilford, de Quartz, dice que los edificios más altos del mundo está haciendo, arquitectónicamente, "el equivalente a utilizar zapatos de plataforma".

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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61%
de los edificios mega-altos del mundo utiliza la "altura de vanidad"

Pareciera que nunca se terminará la eterna competencia por ser el más rápido si se trata de un avión, el más ligero si es un teléfono inteligente y el más alto si es un edificio.

De acuerdo al reporte más reciente del  Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), 44 de los 72 edificios más altos de todo el mundo mienten sobre su altura.

Gwynn Guilford, de Quartz, dice que los edificios más altos del mundo está haciendo, arquitectónicamente, “el equivalente a utilizar zapatos de plataforma”.

Rascacielos como el Burj Khalifa –que mide 828 metros de altura y que está considerado como la construcción hecha por el humano más alta de la historia–, se valen de la llamada “altura de vanidad” para romper récords. 

La altura de vanidad es, según el CTBUH, la distancia entre el piso ocupado más alto y la parte superior del edificio.

De hecho, el Burj Khalifa tiene 39 por ciento de altura de vanidad, lo que lo coloca como el edificio mega-alto más vanidoso de todos.

El informe del CTBUH señala que el 61 por ciento de los edificios mega-altos del mundo utilizan el truco de la altura de vanidad para poder calificar en esta categoría distintiva.

El problema con este “truco” es que los rascacielos están superando categorías y récords con espacio que no se utiliza. Por ejemplo, el World Trade Center –que aún está en construcción en Nueva York– tiene una aguja de 125 metros, lo que equivale a 30 por ciento de espacio que no se utiliza. Y en el caso del Ukraina Hotel, en Moscú, el espacio inútil es de 42 por ciento, es decir, 206 metros desperdiciados en vanidad pura. Este edificio (no mega-alto) es el más vanidoso del globo terráqueo. 

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