Las mujeres no son el único mercado que acaparó la saga de novelas eróticas “50 sombras de Grey”, los excautivos de la CIA están “picados” con esta lectura.
Entre los prisioneros –y ávidos lectores– de este recinto de máxima seguridad, se encuentran cinco hombres acusados de haber planeado los atentados de 9/11.
De acuerdo a la congresista demócrata Virginia Jim Moran, “en lugar de el Corán, el libro que más piden (los presos) es ’50 sombras de Grey’.
Han leído la serie completa en inglés, pero tenemos intención de traducirlo”.
Y, “qué demonios” con que lean esta historia erótica que vendió más de 70 millones de copias en todo el mundo, dice Morgan, “supongo que no pasa nada, estos chicos no van a ningún sitio”.
Aunque la información sobre lo que sucede en este campo de detención se ha guardado herméticamente, en alguna ocasión, hace algunos años, los bibliotecarios reconocieron que les oscurecían las imágenes en las que aparecían mujeres con poca ropa en revistas deportivas. También, que supervisaban el contenido sexual en las obras literarias que les entregaban.
Según Reuters, la semana pasada llegaron libros en diferentes idiomas, obras literarias como las de Agatha Christie, “Star Trek” y “Los juegos del hambre”. A su vez, películas y revistas, según dijo un bibliotecario al que apodan “Zorro”.