El deportivo rojo del CEO de Tesla, Elon Musk, continúa vagando por el espacio exterior y así seguirá durante millones de años; a menos que se estrelle con un gran trozo de basura espacial o algún planeta, incluida la Tierra, de donde partió a bordo del cohete Falcon Heavy de Space X.
Luego del mediático lanzamiento del pasado 6 de febrero, varios astrónomos han comenzado a preguntarse qué pasará con el automóvil de Musk.
El lujoso vehículo no lleva a bordo instrumentos científicos o de navegación, pues sólo fue equipado con tres cámaras que grabaron las primeras horas del viaje espacial.
Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto Scarborough ha dado una primera aproximación científica para saber que será del deportivo rojo.
Los cálculos de estos científicos indican que el automóvil seguirá vagando por el espacio en una órbita solar durante el próximo millón de años, aunque hay seis por ciento de posibilidades de que choque contra la Tierra.
La investigación señala que también existen posibilidades de que el automóvil se impacte contra otro planea. De hecho, los investigadores señalan que hay un 2.5 por ciento de probabilidades de que se impacte contra Venus.
Realmente, hay muy poco de que preocuparse, pues en caso de regresar a la Tierra, el vehículo se desintegraría al tener contacto con la atmósfera terrestre, pues es demasiado pequeño para resistir el calor y la presión.
Los investigadores señalan que el vehículo, el cual viaja en una órbita elíptica, pasará cerca de la Tierra en 2091, aunque la distancia aún será de algunos cientos de miles de kilómetros.
Por lo general, los vuelos de prueba transportan cosas sin valor, como bloques de hormigón, pero Musk dijo que eso era “aburrido”, por lo que puso su Tesla rojo en el espacio. Musk dirige el fabricante de autos y la compañía espacial privada SpaceX.
El Falcon Heavy, propiedad de SpaceX, es el cohete más poderoso hoy en día. Duplica la fuerza de despegue de su competidor más cercano.
En el asiento de conductor del Tesla hay un maniquí vestido de astronauta apodado “Starman”. Musk no planea llevar gente a bordo del Heavy, pero está trabajado en un cohete aún más grande para llevar a tripulantes al espacio profundo.
El Falcon Heavy fue lanzado desde la misma plataforma desde donde la NASA envió hombres a la Luna hace casi 50 años. El cohete está diseñado para transportar satélites enormes, como los que se utilizan en el Ejército estadounidense y en las grandes compañías de comunicación.
