Los “facekinis” o “bikinis para la cara” no son algo nuevo en las playas de China. Se trata de una especie de máscara –similar a la de un luchador, una Pussy Riot o la de Spiderman– que cubre la cara de las mujeres, dejando ver solamente sus ojos y sus labios, con la finalidad de conservar la blancura de su tez.
Pero recientemente han comenzado a recibir más atención, sobre todo después de su aparición estelar en una sesión de fotos de CR Fashion Book, la revista de moda de la exeditora de Vogue París, Carine Roitfeld.
La publicación se llama “Masking in the sun” (algo así como “Enmascaradas en el sol” o “Enmascarando el sol”, en español), y está formada por ocho fotografías en las que una escultural modelo posa con varios trajes de baño, así como accesorios de David Yurman, Balenciaga, Lanvin y Céline.
Aunque el texto de la editorial es breve, explica bien la razón por la que las mujeres chinas inventaron esta prenda.
“Mientras nuestras rutinas de belleza giran alrededor del bronceado y cómo lograr que dure, en Asía, las amantes de la belleza se enfocan más en iluminar y emblanquecer. Un bronceado no significa que fuiste a un viaje chic a Capri, sino que quizá trabajaste durante largas horas en el sol”, señalan. “Estos hermosos ojos asoman tras una máscara, disfrutando el verano pero evitando el ‘brillo veraniego’ a toda costa”.
Tienen razón, aunque esta idea está especialmente arraigada en las mujeres mayores, ya que el pensamiento de las más jóvenes se ha occidentalizado ligeramente.
Y los “facekinis” no son la única idea creativa que los chinos han tenido para evitar perder blancura. Según la BBC, usan “paraguas especiales que bloquean los rayos UV (ultravioleta) y pueden adherirse a los manubrios de las bicicletas”. También hay mangas que se quitan y ponen de la ropa, diseñadas para proteger del sol, así como capas.