Los vehículos que hablan entre sí no son parte del guión de una película de ciencia ficción. Ni tampoco un plan para que se desarrolle dentro de 50 años.
Sino de tecnología real, que llegará en la próxima generación de coches, desarrollada por Safe Intelligent Mobility TestField, una empresa alemana.
De hecho, fabricantes de autos como Audi, BMW, Ford, Volkswagen, Opel y Mercedes Benz se unieron en este proyecto de desarrollo de la tecnología car-to-x.
El sistema de este tipo de tecnología combina la conexión 3G con la Wi-Fi (red inalámbrica), según el Instituto Fraunhofer Focus, quien forma parte del equipo para integrar estas dos redes de Internet.
Con car-to-x, los conductores podrán ser advertidos por su propio vehículo sobre embotellamientos, accidentes y cualquier otro detalle que no esté al alcance –a simple vista– del conductor.
Además, es una medida que podrá aumentar la seguridad para motociclistas, por ejemplo. “Con la comunicación de vehículo a vehículo, el coche sabe que una motocicleta se aproximará mucho antes de que pueda ver el motociclista”, dice Felix Deissinger, de BMV.
Se trata de llamar la atención del conductor, por lo que “la mayoría de esta información solo es importante para el conductor. Uno no quiere alarmar a todos los pasajeros”, señala Robert Manz, desarrollador de Audi.
Con este innovador sistema de tecnología, las luces de los carros podrán avisarle a otros vehículos (y conductores) a qué velocidad llegarán al semáforo o incluso cuánto tiempo tardará en cambiar el semáforo en rojo, dice una publicación de la BBC.
Y lo mejor, asistirá al conductor para encontrar un lugar vacío en un abarrotado estacionamiento.
Los técnicos de este proyecto internacional planean que para el año 2015, los coches equipados –y conectados– con car-to-x ya estén circulando en las calles.