Recomendación de película: Ruby Sparks, reflexión sobre el apego
ALERTA: Esta crítica de ‘Ruby Sparks: la chica de tus sueños’ CONTIENE SPOILERS, por lo que si no has visto la película estás advertido
Carlos RamírezPienso que las circunstancias, emociones y procesos que vivimos también determinan la manera en cómo apreciamos una película. Por ejemplo, dependiendo nuestro estado de ánimo es posible que una cinta mala nos parezca buena y al contrario.
El largometraje Ruby Sparks (Valerie Faris, Jonathan Dayton, 2012) trata un tema delicado por su cotidianidad en las relaciones sentimentales de hoy en día, en las que existe un problema que, al menos, hemos atravesado en algún momento de nuestras vidas: el apego o las relaciones tóxicas.
Con Paul Dano y Zoe Kazan como protagonistas, Ruby Sparks nos hace reflexionar acerca de lo peligroso que es depender emocionalmente de una persona, la violencia intrínseca que podemos manifestar hacia otras personas y cómo esa situación puede llevarnos, de hecho, a un profundo sinsabor de la vida.
¿DE QUÉ VA?
Calvin es un escritor emergente y solitario. Su cotidianidad algo bohemia se rompe cuando uno de sus personajes de su nueva novela, Ruby Sparks, cobra vida y aparece como su próximo amor.
LAS RELACIONES TÓXICAS
Quizás no lo vivimos nosotros, pero muy probablemente hemos escuchado acerca de las relaciones tóxicas. Esas en las que al principio todo va bien y todo son besos, abrazos y risas.
Sin embargo, al paso del tiempo, que no perdona, los celos, la dependencia, las discusiones y los disgustos van apareciendo en uno o en los dos protagonistas de la relación.
En Ruby Sparks eso sucede al pie de la letra del manifiesto de las relaciones tóxicas. Al principio, Calvin está profundamente enamorado de Ruby y ella de él. Salen, conocen lugares y disfrutan toda actividad que realizan juntos.
Sin embargo, cuando Ruby comienza a tener amigos e independencia, Calvin exhibe su inseguridad y desea que ella esté obsesionada con él para así tener el control de la relación.
Como un ejemplo de las relaciones tóxicas, los cineastas Valerie Faris y Jonathan Dayton, quienes son pareja desde hace tiempo y dirigieron Pequeña Miss Sunshine, parecen decirnos: hey mira, esto podría ser tu relación, con discusiones e inseguridades. Mira cómo te ves al actuar así.
De ese modo, Calvin es un completo tóxico que tiene la capacidad de controlar a Ruby y, en consecuencia, le contagia su toxicidad para que ambos se envuelvan en un torbellino de peleas y celos.
Lo anterior es proseguido por la siguiente idea que los directores parecen dar a entender que existe dentro de una relación de este tipo: el apego.
EL APEGO A UNA PERSONA
Como si lo tóxico fuese aumentando, Calvin comienza a manifestar señales de un apego muy intenso hacia Ruby Sparks. Tanto que se convierte en un posesivo de la vida de su pareja.
La cinta deja ver a través de sus escenas que el joven escritor tiene un severo vacío emocional que expresa a través de su apego con Ruby, un defecto que hoy en día padecen varios hombres y mujeres y que, del mismo modo, lo exhiben con su pareja.
Por esta razón, Calvin modifica a Ruby Sparks, un personaje de su nueva novela, por medio de su máquina de escribir y, literalmente, la hace dependiente de él para que ella no lo deje en ningún momento.
Con este cambio, Ruby Sparks se contagia del apego de Calvin y también se vuelve emocionalmente vacía, por lo que trata de llenar ese espacio con su relación.
Esta condición llega a su punto máximo que llega a hartar al escritor y a manera de aprendizaje, los cineastas concluyen su película con una reflexión que permea hábilmente en el comportamiento de su protagonista.
LA ACEPTACIÓN DEL OTRO
Aunque parece un sermón, el largometraje termina con un crecimiento de su protagonista en el que aprende que el apego en una relación la convierte en tóxica.
Por ende, Calvin se da cuenta que el tener un apego, querer controlar a su pareja y no permitirle su independencia significa una relación distorsionada en su vida.
Incluso, el escritor se percata que su amor por Ruby Sparks se oscurece cuando todas estas circunstancias enfermizas se presentan en su relación.
Por esta razón, la trama concluye con un aprendizaje acerca de aceptar a la otra persona con su independencia y libertad, sin esperar controlarla ni aún en su comportamiento.
Además, también muestra que la aceptación del otro también significa no intentar cambiarlo en ninguna de sus características.
Recomendación 3.5 estrellas de 5 (casi buena)
Un día lluvioso en Nueva York, la nueva cinta de Woody Allen nos trae la historia de un amor bohemio, pero también nos hace un guiño al movimiento #MeToo. Te contamos qué tanto vale la pena ir a ver al cine esta película: https://t.co/KhciajaSs7
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) 29 de noviembre de 2019