Recuperan la historia oscura del Cine mexicano
Viviana García Besné se ha dedicado a resguardar y recobrar parte del legado cinematográfico en México con Permanencia Voluntaria, archivo que mantiene en Tepoztlán, Morelos, con fondos independientes y extranjeros, ya que admite que las instituciones públicas del país carecen de interés en ayudar a preservar esta filmoteca
Hidalgo NeiraEl cine mexicano es más que la Época de oro, también está la filmografía olvidada, percibida como el lado oscuro, y que fue producida entre 1970 y 1980. Es esa parte que los especialistas quieren olvidar: el cine de ficheras y las películas de El Santo, entre otras cintas, que han marcado el folclor del país, gracias a Cinematográfica Calderón, desde donde se produjeron estos largometrajes.
La heredera de los derechos de estas películas, Viviana García Besné, levantó los rollos del patrimonio familiar que se habían producido durante 80 años de una bodega abandonada en el Pedregal, e instauró su propio archivo fílmico, el cual opera desde 2015 bajo el nombre de Permanencia Voluntaria, en Tepoztlán, Morelos.
“Lo primero que yo pensé fue intentar colocar estas películas dentro de las instituciones mexicanas de cine, que se supone están a cargo de la preservación de la memoria fílmica, pero me encontré con este clasismo que hay dentro de las instituciones de decir ‘esas películas no nos interesan’”, comenta en entrevista García Besné.
En la recién clausurada décima octava edición de Macabro, García Besné presentó La llorona (1933) –película restaurada que pertenece al catálogo Calderón– con ayuda de la Filmoteca de la UNAM, The Academy Film Archive, Cine Fantástico y The Hanson Film Institute, este largometraje es considerado el primero del género de horror en el cine mexicano.
Sin embargo, García Besné comenta que las instancias artísticas gubernamentales no aportan financiamiento para la preservación del archivo que ella tiene, ya que minimizan el cine que produjeron los antepasados de la propietaria de Permanencia Voluntaria.
“Nos están dictaminando los criterios sobre cuál es el cine que se debe de preservar, y eso yo lo encuentro dictatorial. Se tiene que preservar un poco con la cabeza más abierta, porque en el archivo hay películas emblemáticas, como Santo vs. Las mujeres vampiro (1962), que es tan importante como cualquier película de Buñuel”, señala la también cineasta.
Fondos extranjeros, patrimonio mexicano
Al interior de Permanencia Voluntaria descansan títulos como El Hombre Que Logró Ser Invisible (1958) y Diana Cazadora (1956), entre otras, esperando a ser mejoradas de sus latas. García Besné resalta que este resguardo sale adelante sin fondos públicos.
“Desde que nacimos como archivo, hemos restaurado más de una película por año sin fondos públicos, hacemos unas restauraciones que son impecables, que van a los grandes festivales con un presupuesto infinitamente menor al que utilizan las instituciones en México que tienen fondos públicos para restauraciones”, platica la directora.
Para poner en equivalencia, la realizadora comparte que las películas que se han restaurado de El Santo, su mejoramiento costó aproximadamente 460 mil pesos, cuando la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas pagó por renovar La mujer del puerto (1933) un millón de pesos, en 2013.
La también guionista y editora ha logrado preservar los materiales fílmicos gracias a convocatorias extranjeras por parte de The Academy Film Archive y UCLA Film & Television Archive, la última ofreciendo la protección en sus bóvedas sin costo alguno.
“La relación con estas instituciones ha sido increíble, no son rollos que yo les he regalado, están en custodia y no tengo que pagar absolutamente nada, constantemente me avisan de que hay convocatorias de apoyos para restaurar (…) mandé muchos de los materiales que estaban en la Filmoteca de la UNAM, llegaron a The Academy y a UCLA ¡Donde no me cobran!”, agrega.
Baticine: el esfuerzo pequeño del cine mexicano
Para poder solventar gastos de Permanencia Voluntaria, García Besné cuenta con una pequeña sala fílmica en Tepoztlán, Morelos, llamada Baticine, ésta incluso fue visitada por Tim Burton en su viaje a Ciudad de México en 2017, y tanto el archivo como el lugar de proyección sufrieron daños por el sismo del mismo año.
“El Baticine es la fachada de Permanencia Voluntaria, es muy difícil estar manteniendo un archivo que no tiene ningún ingreso, entonces se nos ocurrió hacer un cine en las bodegas (…) Con el sismo perdimos alrededor de un 30 por ciento de la colección”.