Regina Freyman, maestra en Letras Modernas, habla sobre cómo la sociedad actual se ha visto mermada por el actual conflicto

Regina Freyman en la época que revive viejos fantasmas

Regina Freyman, maestra en Letras Modernas, habla sobre cómo la sociedad actual se ha visto mermada por el actual conflicto entre Rusia y Ucrania; todo, además, en un contexto de pandemia y la guerra cibernética que también se percibe

En los últimos días el mundo ha contemplado el terror que se ha suscitado tras los ataques de Rusia a Ucrania, conflicto que ha escalado de manera alarmante. Desde el inicio de la invasión al suelo ucraniano, el pasado 24 de febrero, especialistas han alertado sobre las consecuencias a nivel global así como las graves crisis económicas y político-militares que se avecinan.

Y, aunque pareciera que en México podría no haber repercusiones, Regina Freyman, maestra en Letras Modernas por la Universidad Iberoamericana y profesora del ITESM campus Toluca, recuerda el término de “modernidad líquida”, acuñado por el sociólogo Zygmunt Bauman, el cual advierte sobre el estado volátil de la sociedad, donde la incertidumbre, por su vertiginosa rapidez, ha debilitado los vínculos humanos.

“Siempre hemos hablado de muchos ‘Méxicos’, hoy se suma uno más, porque estamos conectados y desconectados a la vez. Tenemos una gran red mundial en donde todos podemos confluir, pero no todos tenemos acceso ni el mismo interés, y esto bien se puede ver reflejado en las diferentes narrativas del conflicto actual”, explica Freyman a Reporte Índigo.

Una guerra en medio de la pandemia

La maestra en Letras Modernas destaca que es interesante y único el momento que se vive, pues la sociedad, en general, se enfrenta a una guerra digital, donde a cada instante está sucediendo algo.

Esto, de manera inherente, es una de las primeras conexiones globales, todas y todos están interconectados, lo que podría ocasionar, por ejemplo, desde un apagón vía Internet en toda una ciudad hasta hackear compañías.

“Parece que tampoco nos da tiempo de reflexionar sobre lo que pasa, porque a cada minuto pasan cosas. Hace unos días hubo un ataque a la planta nuclear, que revivió el ataque a Chernobyl, provocando que revivamos miedos en medio de una pandemia, fobias que sentíamos se habían terminado con la Guerra Fría”, abunda.

Precisamente, otra capa de lectura sobre esta guerra actual es el contexto biológico y sanitario que el mundo vive.

Con la pandemia, explica Regina Freyman, se dimensionó la interconexión que existe entre los continentes, la vulnerabilidad del cuerpo ante un virus, así como la guerra de información con datos que pululan y se contradicen a cada minuto, donde cada quien cuenta su versión de los hechos, algo que, a la larga puede ocasionar confusión.

“En México no le llamamos guerra, pero vivimos en un estado de inseguridad, con una polarización con los grupos del narcotráfico. Incluso, en las propias redes se han hecho comparaciones entre las bajas que hay en un día normal en Ucrania y en nuestro país, parece que hemos quedado anestesiados con el hecho de que en esta nación también mueren demasiada gente todos los días”, opina.

De acuerdo con la académica del Tec de Monterrey, más allá de que se vea mermado el plano económico mundial a un mediano plazo, aclara que en lo inmediato empiezan a surgir las comparaciones.

Por un lado, explica, hay una clase media informada que hoy en día sufre el miedo de ver todo lo que sucede dentro de un contexto de pandemia y las múltiples pérdidas familiares, emocionales y económicas que ha sufrido.

“Hablamos de una clase media angustiada, esto hace que se perciba la narrativa fuerte, con incertidumbre y haya comparaciones entre las relaciones de viejos fantasmas, fobias que se habían perdido desde la Guerra Fría, empezamos a hacer comparaciones involuntarias entre Ucrania y México; Rusia y Estados Unidos”, detalla.

Regina Freyman refiere que el presidente de Ucrania, Zelenski, ha sorprendido por el valor que ha mostrado hasta ahora, así como la empatía que tiene entre la población, algo que desde la visión de México apunta por sentir empatía con el pueblo ucraniano, pues de acuerdo con la maestra en Letras, los mexicanos tienden a favorecer a aquellos que se ven desprotegidos.

“Somos una nación hospitalaria, que vive los conflictos de la migración. Tenemos tradición de haber sido buenos al dar hospedaje a una comunidad de ucranianos, actualmente cerca de 800 residen en el país; de recibir figuras importantes de la historia como León Trotsky”.

“Ha sido legendaria la relación que sostuvimos con Ucrania durante la Guerra Civil Española, pero también entiendo la postura por parte del Gobierno de México, de la indefinición para no perder la relación con Rusia”, comenta.

La búsqueda de la concordia para Regina Freyman

Ante este panorama incierto, la académica resalta que, entre las cosas positivas en el terreno internacional, están las manifestaciones ciudadanas, de la creciente clase que toma el control de las calles y alza la voz ante su gobierno.

“Parece titánico, pero necesitamos informarnos, rescatar a filósofos como Bauman, pues la Historia nos ha demostrado que estas expansiones imperiales conducen hacia mucho dolor y a la muerte. Tendríamos que fortalecer, desde mi opinión, el diálogo, no apelar al silencio, a la diplomacia, pues las instituciones tendrían que ser mediadores para que en el mundo no haya guerras, porque cada vez pueden ser mucho más severas y violentas”, acota.

“Parece que nos hemos vuelto insensibles ante el dolor del otro, necesitamos reconstruir nuestra sociedad, en lo individual como global, y consiste en la recuperación de esta compasión para tejer lazos comunitarios”
Regina FreymanAcadémica

Y precisamente este sentimiento de humanidad desea que perdure, pues en medio de un contexto único como la pandemia, una época violenta de pérdidas y sufrimiento, Regina Freyman indica que se necesita de gente valiente que apele a la búsqueda de la compasión y la concordia.

“Vivimos tiempos violentos, hay temor que nuevas formas de discriminación, hemos visto, y con beneplacito, la probición que ciertos deportistas no participen en torneos, pero no sabemos de qué manera se vayan a incrementar las fobias personales, es triste que no entendamos que el ciudadano no representa necesariamente las decisiones politicas de su mandatario, y con ello se desate una ola en contra la poblacion rusa, o una forma de maltrato a ucranianos migrantes”, refiere.

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