Relic: herencia maldita; una película de terror para esta pandemia

Querido, lector: Mi opinión vertida en La Cinemágora no representa la perspectiva del medio. Esta crítica de ‘Relic’ NO TIENE SPOILERS
Carlos Ramírez Carlos Ramírez Publicado el
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Después de sus cortometrajes Creswick (2017) y Drum Wave (2018), la cineasta Natalie Erika James se aventura con una propuesta sumamente personal y terrorífica: “Relic”. Con su estreno en cines a la puerta de la esquina, vale la pena echar un vistazo a esta propuesta que para los amantes del terror recordará mucho a la obra de Adam Robitel, The Taking of Deborah Logan (2014).

Y es que en Relic: herencia maldita no hallaremos el desgastado cine de terror barato que en recientes años ha sido explotado. Tampoco se trata de los típicos recursos, como los ‘jumpscare’, que cineastas sin pasión han utilizado sin piedad.

El trabajo de Natalie Erika James es más bien una oda al horror folk y un trabajo personal que se desprende por el Alzheimer que padecía su abuela.

“Empecé a escribir la película en un viaje para visitarla en Japón, y fue la primera vez que mi abuela no recordaba quién era yo”, explicó la artista, quien aseguró que construyó la estética de esta cinta a partir de aquella experiencia.

“La película es una combinación de estos miedos infantiles que resurgían cuando visitaba el lugar y los sentimientos que rodean el estado de mi abuela”, señaló.

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¿DE QUÉ VA?:

Kay acude a la casa de su mamá como parte de una visita; pero sorpresivamente ha desaparecido. En compañía de su hija Sam, la mujer vincula el comportamiento cada vez más volátil de su madre con una presencia maligna en la deteriorada casa de su familia.

QUIETUD EN LA NATURALEZA

Lo que más me llamó la atención de Relic: herencia maldita fue su puesta de escena porque juega un papel importante al punto de convertirse en un personaje más.

A través de una fotografía azulada y fría, la cineasta Natalie Erika James nos traslada a una desolada casa en medio de la naturaleza. La ambientación de serenidad y quietud contribuye a que la sensación de soledad y aislamiento sea efectiva.

Por esta razón es que lo que caracteriza primordialmente al largometraje es su paciencia para desarrollar este relato familiar y, por momentos, terrorífico. La quietud es parte de este terror, pues el silencio contribuye a que el misterio acreciente.

En ese sentido, la cinta aprovecha el silencio y los sonidos de la naturaleza. Los grillos, el viento de una noche friolenta y el crujido de los pisos de madera forman parte del preciosismo de esta película.

Esto también envuelve de buena manera la relación de las tres protagonistas, quienes representan tres generaciones. la matriarca Edna (Robyn Nevin), su hija Kay (Emily Mortimer) y su nieta Sam (Bella Heathcote).

ELEMENTOS CLÁSICOS DE TERROR

Sin embargo, no hay que olvidar que lo que distingue al largometraje en todo momento son sus elementos clásicos de terror. Desde la trama hasta los detalles que se van develando conforme los minutos avanzan.

De hecho, se trata de una historia de cómo los secretos de familia pueden alcanzar muchas generaciones por lo que también hay varios toques góticos en el guion.

Por ejemplo, una estructura compleja de laberintos y túneles al interior de la casa que esconden peligros y de los que es muy difícil escapar.

Sin embargo, todo eso se ubica como una metáfora familiar que es muy similar a la propuesta por la cineasta australiana Jennifer Kent con su cinta ‘The Babadook’.

Si bien en aquel filme se exploraba cómo el dolor por la muerte de su marido llevaba a la protagonista a crear un monstruo terrorífico que vive en el sótano (en el subconsciente) de su casa, en Relic abundaremos en el temor de la vejez y la demencia que ello produce.

UN FINAL INESPERADO

El final de Relic cierra la idea propuesta por la autora en un sentido no tan terrorífico y que seguramente le encantó a nuestro compatriota Guillermo del Toro por su naturaleza un tanto romántica, emotiva y familiar.

Por último, fue la propia directora quien comentó que este emotivo final tuvo un sentido personal e íntimo sobre su propia experiencia:

“Solía tener este tipo de pesadilla recurrente cuando era niña: encontrar a mi madre en un campo de flores rojas, y era esencialmente su funeral, y cuando finalmente llegué a su ataúd, solo un esqueleto… Realmente ves ese físico humano increíblemente frágil reflejado en El Otro o el monstruo al final de la película”.

*Recomendación: 3 estrellas de 5. Una propuesta romántica en el terror.

*Plataformas: Estreno en cines

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