El célebre científico Stephen Hawking escribió en su última monografía antes de morir una teoría según la cual el cosmos es más simple de lo que se ha pensado hasta ahora.
El trabajo fue escrito junto con Thomas Hertog de la Universidad de Leuven en Bélgica, y ha sido difundido por la publicación científica Journal of High Energy Physics.
Hertog había dado un vistazo previo sobre la nueva teoría el año pasado, en un conferencia en que se celebró el 75mo cumpleaños de Hawking.
Aquí una versión simplificada del estudio de Hawking publicada por la agencia de noticias AP:
La comunidad científica opina que nuestro universo se creó a partir de la Explosión Primordial (conocida también como “Big Bang”), seguida por una acelerada expansión denominada inflación. Dentro de los límites de nuestro universo observable, la inflación hace tiempo cesó.
Pero hay teorías según las cuales la inflación nunca se detuvo del todo y que perdura eternamente en otros cuadrantes del cosmos. Esta inflación inacabable produce un “multiverso”, es decir, un conjunto de universos múltiples dentro del cual nuestro universo es apenas uno de muchos.
Bien podría haber un número infinito de estos universos. Si son todos distintos, ¿cuán generalizadas pueden ser las observaciones científicas sobre la realidad, hechas en el nuestro?
Esa es una interrogante fundamental para entender las leyes científicas de la naturaleza, y hallar la manera de estimar qué tipos de universos probablemente existen es un desafío monumental, dijo David Kaiser, profesor de física del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Muchos expertos han tratado de resolver ese misterio, pero Hawking lo evaluó desde el punto de vista de alguien entendido en la teoría cuántica y en la energía gravitacional.
La tesis de Hawking sugiere que la cantidad de tipos posibles de universos podría ser mucho menor de lo que se ha estimado hasta ahora. De tal manera que “los fenómenos de nuestro universo observable podrían no ser la excepción, sino algo más bien común”, explicó Kaiser en un correo electrónico.
“Obviamente que todo esto es bastante especulativo”, reconoció Kaiser.
Avi Loeb del Instituto de Astrofísica Harvard-Smithsonian lo calificó de “un trabajo bastante estimulante, pero no revolucionario”.