Roger Ycaza en su nuevo libro, Clic le da vuelta a la rutina

Sin salir de casa, una niña, su padre y un gato, viven una gran aventura que da inicio en una lejana selva, después en el mar para, finalmente, dirigirse en barco al espacio exterior. Esto es posible gracias a la imaginación del ilustrador Roger Ycaza en su nuevo libro, Clic.
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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La aventura puede iniciar desde casa y, ¿por qué no? En pijama. Al momento de abrir un libro se pueden descubrir mil maneras de emprender el viaje y, el libro Clic, es un gran ejemplo de ello. El ilustrador y músico ecuatoriano Roger Ycaza presenta la historia de una niña, su padre y un gato amarillo. Solos y alejados de todo encuentran la forma de dar la vuelta a su rutina a través de la imaginación y las historias.

Para Roger Ycaza, este libro tomó su camino desde el año pasado, durante el confinamiento que experimentó en casa, fue cuando decidió contar, desde su perspectiva, aquellos sentimientos y situaciones que vivió y le causaron alguna reflexión.

“Es una historia que, en medida de lo posible, trata de contar un poco lo que estamos viviendo todos, desde estos momentos complejos. Como creadores podemos tener claro eso, decir ‘esto está lindo’, pero no sé qué tanto funcione; cuando ya empezó a aparecer todo en el papel, pensé que sí podría funcionar”, detalla a Reporte Índigo.

La aventura empieza en una lejana selva con criaturas amigables y extrañas, después transporta al mar en un barco navegante y, de ahí, lleva a flotar al espacio exterior. Acompañados por su amigo peludo, padre e hija se adentran en un viaje donde no se mide el tiempo ni el espacio, sólo se dejan guiar por la alegría de estar vivos y juntos.

Un viaje en familia

Clic se convirtió en un libro especial para Roger Ycaza, pues, además de estar dedicado a su hija, quien ahora ya tiene 17 años, narra un momento íntimo y único que sólo ocurre entre familia. Se trata de la complicidad que surge entre un padre o una madre con sus hijos, el hecho de estar juntos ante cualquier adversidad, en este caso, una pandemia; ante ello, su única certeza es el amor, así como poder estar y compartir cada día.

“Aunque hay un punto de partida y un cierre, se queda un poco a la interpretación de quienes reciben el libro. Yo lo cuento desde mi punto de vista, de un padre que mira a su hija con el pasar de los días tratando que no se vuelvan tan monótonos, que la rutina no los cubra, sino que se logre salir un poco, aunque no salgas de ese espacio”, explica.

Clic plantea, desde la portada, que se puede emprender el viaje desde casa, que es uno de los espacios donde no se sabe qué pueda pasar, o hasta dónde la imaginación permitirá al lector llegar. Este es precisamente uno de los objetivos de la lectura, llegar hasta donde la mente permita.

Sobre todo, en un momento como la actual pandemia, pero el ilustrador no pretende mostrar un optimismo o positivismo de último momento, más bien que el libro de libertad de elección a cada persona sobre sus propios caminos para estar bien y no dejarse llevar por la monotonía, invita a encontrar la belleza en lo cotidiano.

“Se me ha hecho complicado esta palabra de reinventarse porque yo creo que no debería de ser algo de ahorita, debería ser desde siempre. Si Clic hace posible que nos pase esto en nuestras vidas, sería lindísimo. Es complejo porque a todos nos ha pegado de una u otra manera, aún así, todos hemos sufrido de este momento complejo en nuestras vidas, lo que nos toca es hacer que este día valga la pena y pensar en qué viene mañana”, piensa.

A pesar de que, el también autor de Los días raros, tenga una carrera de más de 10 años en los que ha abordado temas como la separación o la muerte, llega a Clic con nuevas emociones, lo que le hace sentir que es su primera publicación, y con las ansias de que sus lectores puedan vivir una grata experiencia.

Un reto más íntimo para Roger Ycaza

“Es como mi primer libro, por todo el proceso, desde dónde nació la idea, el proceso de edición, corrección de color, técnica, la forma de encarar la ilustración, todo eso hace que sea un libro que a mí me tiene muy contento, que está dedicado a mi hija y ver cómo lo pueda interpretar y hacia dónde pueda llegar, me tiene expectante. Esta historia se fue de mis manos y ahora quiero ver cómo la recibe el resto de la gente”, comparte Roger Ycaza.

Sin embargo, destaca que se enfrentó a un proyecto muy íntimo, con un alma propia y única, una tarea nada fácil. Para él, representó el doble de esfuerzo, pero es lo que le motivó a continuar.

“Imagínate, si ya vienes trabajando muchos años de una manera, te va tocar repetir cierta paleta, técnica o estilo, pero, en este caso, yo siempre tuve claro que quería contar con pocos colores: amarillos, rojos y azules, y que esos se conviertan en un universo de colores. Está hecho con pinceles, una técnica tradicional y sin mayor misterio, más bien es un trabajo muy libre en el que traté de divertirme muchísimo para lograr que cada página se sienta como ese viaje”, aclara.

“Para trabajar escucho música instrumental, bandas sonoras, podcast y entrevistas, he dejado la música tradicional, antes me ponía más eufórico, o más introspectivo. Esto me ha influenciado, igual cuando me enfrento al cine, un libro o al mismo hecho de salir a la calle, todo eso te lleva a más lugares”
Roger YcazaIlustrador y músico

Ser un ilustrador de cuentos para la infancia hace que su quehacer artístico nunca sea aburrido, al contrario, cada página se vuelve una aventura más, pero también un compromiso. A la vez, le implica mantener esa creatividad y dejar que su imaginación vuele, conservar la capacidad de asombro y la mirada siempre lista para plasmar todo en las hojas.

Roger Ycaza considera que si los adultos mantuvieran la visión e inocencia de la niñez, con su sabiduría, podrían encarar las cosas sin mayor temor. Por eso, se ha hecho una promesa a sí mismo de no perder la emoción del instante y la mirada de su niño interior.

“Es un gusto y un privilegio que decido para mostrarme hacia la gente y contarles quién soy. Siempre he sido una persona muy tímida y la música, los libros y la ilustración me permitieron acercarme a la gente, es algo que valoro un montón. Tener una hija me pone los pies en la Tierra, y aunque en algunos momentos me toque pagar las cuentas, trato de mantenerme como un niño que todo el tiempo está soñando y pensando qué inventarme mañana y llamar a los amigos para jugar”, relata.

La unión de las artes

Antes de llegar a los libros, Roger Ycaza ya estaba en el terreno musical, algo que hasta la fecha trata de mantener siempre a la par, a pesar de que nunca tuvo una formación académica en ambas profesiones.

“Me tocó aprender desde cero, eso hizo que el camino se volviera natural. No soy ese músico que quiere componer un éxito radial, lo que hago no es desde la presión, sino de darle su momento y espacio, de esa manera se vuelve para mí más disfrutable, más sincero”, dice.

Entre sus pasiones se encuentra la música minimal y la incidental de las películas, géneros en los que siempre ha tratado de componer y conjuntar con la ilustración.

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IG: rogerycaza

Web: http://rogerycaza.blogspot.com

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