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Rompan todo, una historia interminable

Especialistas comparten que no se pudieron abarcar a todos los artistas y hechos históricos; sin embargo, reconocen el nivel de entrevistas y el material ilustrativo que se manejó en el documental Rompan todo

La vida sin música no sería la misma, sobre todo sin el rock, un género que, a lo largo de los últimos 50 años, le ha dado identidad y soporte a los latinos para superar los hechos históricos que los han lastimado. 

A través de Rompan todo. La historia del rock en América Latina, Netflix expone cómo, a través de la historia social, política y económica que se ha vivido en el continente de habla hispana, diferentes músicos latinoamericanos fueron surgiendo para darle voz a aquellos que no se oían.

Así, mientras se describe a través de cantantes como Enrique Guzmán el inicio de la era del rock en México a finales de los 60, otros intérpretes y productores argentinos y peruanos comparten la carrera de grupos como El club del Clan y Los locos del ritmo.

Sin embargo, también se habla de cómo con el tiempo las autoridades buscaron frenar este género en la medida en que se iban conociendo letras en contra del Estado y en favor de la libertad, música como la que protagonizaron Los Violadores y Los Prisioneros, de Argentina y Perú respectivamente, en épocas de represión.

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“El rock no se podía tapar con un dedo, ni con un rifle ni con tres cañones”, describe uno de los integrantes del grupo La Revolución de Emiliano Zapata, “El Javis” Martín del Campo, al hablar de cuando la prensa en México satanizó en los 70 el Festival Avándaro, un evento al que se le señaló de violento.

Enrique Blanc, periodista musical y uno de los consultores históricos de la miniserie, comparte que este proyecto es un documento que desde hace mucho debió haberse realizado, sobre todo porque más allá de hablar del tema artístico, cuenta parte de la historia de América Latina.

“A mí particularmente me gusta por eso, porque no solamente se va al tema artístico, sino que también nos va contando una serie de calamidades y experiencias que hemos tenido en América Latina en los últimos 50 años, obviamente las más relevantes, no se cuenta tampoco toda la historia de Latinoamérica ni del rock, pero sí creo que las que más han golpeado de alguna manera a las sociedades mexicana, chilena, argentina, peruana, entre otras”, dice.

Para él, este proyecto le sugiere a la gente seguir otras historias, otras películas o documentales para ir profundizando en el tema, sobre todo porque el rock latino es interminable, “buscar a lo mejor lo que tiene que ver con otros subgéneros que también tienen otra historia muy clara, como el ska en México, por decir algo (…) Porque en seis horas creo que no alcanzan para contar todo”.

Asimismo, otro de los temas que se tocan en la miniserie, pero que podrían abordarse por completo a través de otros medios, es el papel de las mujeres en la historia del rock Latinoaméricano, un lugar que solo han representado artistas como Andrea Echeverri, Rita Guerrero y Julieta Venegas.

‘Deja un buen sabor de boca’

Durante los seis capítulos que integran Rompan todo. La historia del rock en América Latina, diferentes músicos y productores narran la experiencia que tuvieron con sus bandas, pero también cómo su música fue tomada por la sociedad, aspectos que son ilustrados con múltiples fotografías, entrevistas y material nunca antes visto.

Al respecto, el profesor Eduardo Mateos Cruz, especialista en televisión de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, distingue que la parte ilustrativa es una de las mayores cualidades de la miniserie, ya que saben mostrar perfectamente lo que sucedió el 2 de octubre de 1968 en México, el golpe de Estado en Chile y el gobierno de Domingo Perón en Argentina.

“Creo que sí está muy plagado de detalles, de aspectos, como el material en México de cuando fue el Avándaro (…) Me gusta mucho cómo buscaron a los entrevistados, cómo hicieron las entrevistas desde las diferentes localidades, y también lo que vemos en pantalla es que podemos ver la personalidad de cada uno de estos exponentes, eso deja un buen sabor de boca, ver tantos exponentes juntos, reunidos en esta docuserie, incluso personas que ya no están físicamente”, menciona el académico.

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Sin embargo, respecto a la ausencia de algunos intérpretes del rock, como Saúl Hernández de Caifanes, el también crítico musical Enrique Blanc destaca que si la miniserie era una producción del músico argentino Gustavo Santaolalla, estaba claro que iba a compartir solo su experiencia con los grupos con los que trabajó.

“Digo, si él es el productor es obvio que va a trabajar desde su experiencia, desde su conocimiento, pero también hay un montón de grupos que trabajaron con él, como Árbol, que no están en el documental. Me parece que Gustavo tuvo que evaluar cuáles proyectos tenían la relevancia a nivel continental para contar esta historia”, describe.

Así, el crítico resalta que seguirá habiendo muchas historias que contar en toda América Latina referente a la música, así como otros pioneros que han circulado a lo largo del continente.

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